AL AIRE LIBRE
Luis María ANSON
9 de febrero de 2013
Una buena parte de los diputados del PP y la inmensa
mayoría de sus militantes coinciden con Esperanza Aguirre en la
necesidad de una “regeneración democrática del partido”. Está claro que
es necesario eliminar ese tufillo dictatorial de una dirección impuesta
desde arriba, normalizar las elecciones primarias e impulsar una
operación que limpie de eventual corrupción el gigantesco entramado de
intereses en que se ha convertido Génova.
Muchos de los que están de acuerdo con Esperanza Aguirre, al conocer la
airada reacción de Mariano Rajoy y su entorno, afirman en comidas y
reuniones que, aún llevando razón la expresidenta, no era el momento más
oportuno para adoptar esa posición pública que cuartea al partido.
Savonarola Aguirre, como llama a la lideresa un destacado dirigente del
PP, ha dicho lo que consideraba ineludible decir, al margen de la
tormenta que a todos empapa y zarandea. Los roces que se han producido
con María Dolores de Cospedal y con Ana Botella y el debate abierto
entre varios dirigentes no me parecen negativos. El partido debe salir
de la autocomplacencia y del hedonismo. Difícil, en todo caso, calibrar
la opor-tunidad de la actitud pública de Esperanza Aguirre. Lo que está
claro es que vientos de fronda, de muy diversos orígenes, cuartean el
edificio del Partido Popular e inquietan de forma creciente a Moncloa y a
Génova.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española
de la Real Academia Española
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