La maquinaria del poder financiero, en marcha
para derrocar a Rajoy
13
febrero 2013
Andrés
González – ATTAC
Acordem
El
peligro de convertirnos en cómplices de un nuevo ataque de los poderes
financieros a la democracia es elevado. Lo estamos viviendo estos días con el
asunto Bárcenas y compañía. Creo que pensar que Esperanza Aguirre está detrás
de todo esto es demasiado simplista además de previsible. El derrocamiento de
gobiernos por parte de los oligopolios financieros internacionales no es nuevo
en la historia reciente de Europa. Primero fue Grecia, un país en el que el
Primer Ministro Yorgos Papandreu se atrevió a decir que iba a
convocar un referéndum sobre el “plan de rescate” para consultar a los
ciudadanos. El enfado de las élites financieras (verbalizadas por sus adeptos
Merkel y Sarkozy) provocó su dimisión. El nuevo Primer Ministro Lukás Papadimos
– al que Papandreu rechazó como Ministro de Finanzas en su gobierno –, había
sido vicepresidente del Banco Central Europeo desde 2002 hasta 2008. Un
“tecnócrata”, nos empezaron a decir por entonces, palabreja que escupe el
lenguaje neoliberal lleno de ese veneno que adormece, pero no mata: la
anestesia[1]. Tras 7 meses en el gobierno y finalmente dos convocatorias
electorales en el plazo de un mes (plagadas de insultos y ultrajes desde fuera
de Grecia contra Syriza, la alianza de izquierdas contraria a los dictados de
la troika[2]), actualmente gobierna una coalición con Andoni Samarás a la
cabeza, un fervoroso creyente en los dogmas de austeridad, la consolidación
fiscal y las privatizaciones[3].
En
Italia tuvieron que derrotar al ególatra Silvio Berlusconi, personaje poco
colaborador con la troika que miraba únicamente por sus propios intereses (ni
siquiera se preocupaba por los de los italianos). La historia de cómo acabaron
con él es conocida. Pusieron a Mario Monti, otro “tecnócrata” al que el pueblo
italiano no había votado (había sido asesor de Goldman Sachs durante el periodo
en que esta compañía ayudó a ocultar el déficit del gobierno griego).
Monti
compagina su cargo de Primer Ministro con el de Ministro de Economía para tener
el control absoluto de la economía italiana, sin intermediarios. Ahora quiere
seguir gobernando sin presentarse a las elecciones. Otra pirueta más.
En
España parece que las últimas declaraciones de Rajoy pidiendo políticas de
crecimiento no han sentado bien a determinados sectores financieros (aunque
seguramente haya también otros motivos), pero el caso es que han decidido que
el método para hacer saltar al gobierno sean sus prácticas corruptas, la forma
más fácil de contar con el apoyo de la mayoría de la sociedad española. La corrupción
no se tolera en ningún rincón de la sociedad, ni siquiera entre sus votantes.
Rajoy
ya no tiene nada que hacer, la artillería está siendo muy pesada, la voladura
controlada del gobierno del PP ha empezado y no tardará mucho en caer. Su
sentencia de muerte política está firmada. Dice Carlos Martínez en un excelente
artículo que “es muy bueno que salgamos a la calle diciendo chorizos fuera y
que esta crisis es una estafa, pero también que sepamos qué se cuece en las
esferas gatopardianas del poder real. De los que, más allá de partidos, manejan
el estado. Debemos intuirlo para actuar en consecuencia. […]
Los oligarcas desean más contundencia, más “reformas” y
una concentración mayor de poder”[4]. Estoy totalmente de acuerdo con
él, también en que sorprende que Rubalcaba pidiera ayer la dimisión de Rajoy
pero no la convocatoria de elecciones. Pide un cambio de Presidente sin
elecciones. Hay que adivinar a quién quieren poner de recambio. Las
experiencias de Grecia e Italia nos pueden poner sobre la pista: un
“tecnócrata” de fuertes vinculaciones con las altas esferas del poder
financiero que además esté limpio de corrupción para que la jugada no se les
vuelva en su contra.
Si
miramos los nombres que NO aparecen en los papeles de Bárcenas y que no pueden
aparecer en el futuro por su vinculación más o menos reciente con el PP, nos
encontramos con dos figuras que podrían ocupar la plaza (pensando siempre que
el recambio vendrá desde dentro del actual gobierno).
La
primera es Soraya Sáez de Santamaría. Es buena en el cuerpo a cuerpo pero
demasiado joven y no tiene ni curriculum ni experiencia en el sector
financiero. El perfil de Luis de Guindos parece más adecuado. Es una torre bien
situada en el centro del tablero. Trabajó como presidente ejecutivo en Lehman
Brothers, como responsable financiero en PriceWaterhouseCoopers y como
consejero del Banco Mare Nostrum[5][6]. De Guindos además está fuera de toda
sospecha de corrupción, no sale en los papeles de Bárcenas (ni saldrá), no está
afiliado al PP (es un “tecnócrata”) y puede hablar con cualquiera sin
intérpretes: sabe inglés.
El
peligro el que nos enfrentamos es que seamos cómplices de un derrocamiento con
fines opuestos al interés general de la sociedad. Están usando la corrupción
para dirigir la furia popular contra un partido y un sistema para así conseguir
sus objetivos, no los nuestros. Rajoy debe marcharse, pero la lucha por
el poder político seguirá y ellos ya tienen su hoja de ruta. No podemos
permitir que nos lleven a una alianza entre PP y PSOE dirigida por las élites
financieras, coalición que ya cambió la Constitución para poner a nuestra
democracia a su servicio. Estos dos partidos sólo quieren su parte del pastel,
no el interés general.
La
izquierda se encuentra actualmente intentando recomponerse con mesas de
convergencia, cumbres, movimientos sociales y otras iniciativas. Pero no hay
que olvidar que esta no es una guerra entre izquierdas y derechas, sino de los
de arriba contra los de abajo. La derecha crítica (que sí, existe) está
totalmente desconcertada, corretean también como pollo sin cabeza.
La
unión debe ser del pueblo contra los poderes financieros, que tienen a los
políticos como fieles servidores y conseguidores de sus intereses. El frente
común debe incluir a la derecha también crítica con un sistema que nos
considera, a toda la ciudadanía (unos somos más progresistas y otros más
conservadores), mercancía en manos de políticos y banqueros.
[1] “No nos lo creemos. Una lectura crítica
del lenguaje neoliberal“. Clara Valverde. Ed. Icaria&Asaco. Año
2013
[2] Diario Público. “Merkel trata de influir en las elecciones griegas hasta el final”. 16 de junio de 2012
[3] CIDOB. Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona.
[4] portuarioenexcedencia. “Algo muy grave está pasando”. Carlos Martínez. 2 de febrero de 2013.
[5] Wikipedia. Luis de Guindos
[6] Diario 20 minutos. “Los trece nombres que forman el nuevo Gobierno de Rajoy”. 21 de diciembre de 2011.
[2] Diario Público. “Merkel trata de influir en las elecciones griegas hasta el final”. 16 de junio de 2012
[3] CIDOB. Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona.
[4] portuarioenexcedencia. “Algo muy grave está pasando”. Carlos Martínez. 2 de febrero de 2013.
[5] Wikipedia. Luis de Guindos
[6] Diario 20 minutos. “Los trece nombres que forman el nuevo Gobierno de Rajoy”. 21 de diciembre de 2011.
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