viernes, 18 de enero de 2013

Y dicen que no saben de dónde salió el dinero escondido en Suiza



Bárcenas dispone en Génova de una sala con documentos que sigue utilizando

Madrid.- La cúpula del Partido Popular (PP) entró en estado de shock al conocer que Luis Bárcenas tenía 22 millones de euros en Suiza. El ex tesorero conoce todos los secretos de las finanzas del PP de los últimos 20 años. Después de que formalmente el PP rompiera con él, aceptara su petición de suspensión de militancia y su entrega del acta de senador, en abril de 2010, Bárcenas ha seguido durante todos estos meses entrando y saliendo con absoluta normalidad y mucha frecuencia, según varios dirigentes, de la sede nacional del PP, la que fue su casa, en la calle Génova. El ex tesorero, lejos de haber sido declarado persona non grata en esa sede, la visitaba –al menos hasta el miércoles- con toda la frecuencia que él quería, que era mucha. Se encontraba por los pasillos con dirigentes, les pedía cosas, trataba de buscar ayuda para sus asuntos judiciales y sus actividades económicas, que siguen siendo muy importantes. Muchos comentaban en privado la presencia de Bárcenas, que les seguía sorprendiendo. Pero nadie se animó a decirle que no fuera más, ni siquiera el único con autoridad para hacerlo: Rajoy.
El ex tesorero ha sido una persona clave en la estructura del PP incluso cuando todavía era AP, y cercana tanto a Rajoy como a Javier Arenas y otros muchos dirigentes históricos, en especial Francisco Álvarez Cascos, entraba hasta este miércoles con tanta naturalidad en la sede de Génova que tiene allí incluso una sala dedicada en exclusiva a sus cajas de documentación, la sala Andalucía. Cospedal y Bárcenas protagonizaron en 2010 un rocambolesco episodio a cuenta de esta sala. El extesorero tapó el cristal de la sala con cinta oscura para que nadie viera qué había dentro, y ella ordenó despegar esa cinta. Ahora las cajas están a la vista de todos en la sede.
Durante todo este tiempo, Bárcenas ha intentado resolver sus problemas de la justicia presionando a unos y a otros, y ha estado a punto de conseguirlo pues el primer juez instructor del caso decretó el archivo de la causa que se seguía contra él. Pero el recurso de la Fiscalía ante la Audiencia Nacional permitió la reapertura del caso. Bárcenas entiende que quienes podían echarle una mano no han querido hacerlo y acusa a la Abogacía del Estado, dependiente de Justicia; a la Policía Nacional, dependiente de Interior, y a la Fiscalía, de urdir una gran operación contra él. Hasta ahora sólo había amagado con sacar los trapos sucios del PP, que conoce por su condición de tesorero y gerente del PP en los últimos 20 años, pero fuentes de su entorno señalan que tras los resultados de la investigación judicial en el extranjero de sus cuentas bancarias ha decidido contar algunas cosas que pueden comprometer al partido.
Bárcenas estuvo pagando sobresueldos a miembros de la Ejecutiva nacional del PP y otros altos cargos durante años con fondos procedentes de dinero que lograban de contratistas y otras empresas, según informan a este periódico fuentes de su entorno. El Mundo publica hoy que los pagos ilegales, de entre 5.000 y 15.000 euros mensuales, se produjeron durante los mandatos de José María Aznar y de Mariano Rajoy, en este caso hasta 2009, cuando el estallido del caso Gürtel puso una sospecha de grave corrupción sobre el PP.
Durante su mandato como gerente y como tesorero del PP, Bárcenas gozó de uno de los sueldos más altos en el partido (cercano a 200.000 euros brutos anuales), y tan sólo tuvo cargos institucionales (senador por Cantabria) a partir de 2004.
Mientras era gerente y tesorero del partido, Bárcenas seguía haciendo negocios en el mundo del comercio del arte y de la promoción inmobiliaria, según explicó a los gestores del banco suizo donde depositó hasta 22 millones de euros entre 2005 y 2009.
Cospedal, que fue la que más directamente se enfrentó con él en la etapa cumbre del caso Gürtel, permitió sin embargo que, por orden de Rajoy, a Bárcenas se le pagara el abogado que le defendía en el caso. Cuando EL PAÍS publicó este trato de favor, Cospedal logró su objetivo y el PP dejó de pagar el abogado de Bárcenas, aunque éste reclamó 200.000 euros por los gastos hasta ese momento.

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