Madrid.- Horas después de que miles de ciudadanos clamasen en la calle, ante las sedes del PP, para que dimita por los escándalos económicos conocidos estos días, Mariano Rajoy ha asegurado en Almería que no le "temblará la mano" si tiene
conocimiento de irregularidades en alusión a la tormenta
política desatada tras las informaciones sobre cobro de dinero negro por parte de dirigentes 'populares'.
En su intervención en la Intermunicipal del PP en Almería, Rajoy no ha negado tales informaciones, sino que se ha limitado a mandar un mensaje de calma sobre las actividades del PP: "Quiero deciros que estéis tranquilos".
Rajoy se ha parapetado en que el ex tesorero nacional del PP Luis Bárcenas ya no está en el partido. "El partido actuó", ha dicho, para apostillar a continuación que ahora son los tribunales quienes deben actuar. "Eso debe ser un motivo de tranquilidad", ha subrayado.
Antes, a su llegada, una periodista le ha preguntado al presidente del Gobierno si ha habido sobresueldos en el PP y con desdén ha respondido irónicamente: "Sí, hombre...". Rajoy no trasmitía ninguna tensión o enfado, sino más bien un distanciamiento con la polémica, como si no fuera con él o el partido que preside.
El líder del PP llegó a Almería anoche y mantuvo ya una cena con numerosos dirigentes 'populares', entre los que estaba Javier Arenas. María Dolores de Cospedal, en cambio, se encontraba ya de vuelta en Madrid porque este sábado viajaba a Galicia para intervenir en el congreso regional del PP gallego.
Ayer se supo que el que fuese máximo responsable de las finanzas del PP pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula del partido. Las cantidades que contenían los sobres oscilaban entre los 5.000 y los 15.000 euros mensuales.
La polémica generada en torno a los supuestos sobresueldos que el ex tesorero del PP Luis Bárcenas habría pagado a dirigentes del partido salpica a Mariano Rajoy y a José María Aznar. Según fuente de su entorno que cita este sábado el diario El País, el ex tesorero pagó a la cúpula del PP durante los últimos años sobresueldos "opacos a la Hacienda Pública", entre los que se incluyen el ex presidente del Gobierno Aznar y el actual presidente del Ejecutivo.
El perceptor del sobresueldo, según fuentes próxima al ex tesorero, no estaba obligado a declararlo Aunque no existen pruebas documentales que avalen dicha información, las mismas fuentes sostienen que tanto Álvaro Lapuerta, anterior tesorero del partido, y el propio Bárcenas dejaron constancia por escrito de dichos pagos.
Para más 'inri', el entorno de Bárcenas ha indicado que este sistema de sobresueldos no declarados al fisco fue ideado por el propio Aznar para que no pareciese que cobraba tanto como presidente del PP.
Fue a partir de entonces cuando se optó por complementar el sueldo oficial de los principales dirigentes con una cantidad mensual, que rondaba los 3.000 euros, una cifra que por aquel entonces no era obligatoria declarar a Hacienda —y que en la actualidad se ha rebajado—. El perceptor, han añadido las fuentes, tampoco estaba obligado a declarar ese sobresueldo y precisaron que Rajoy heredó el sistema creado por Aznar, pero le disgustaba y, después de cobrarlo "unos meses", renunció a ello.
Mientras tanto, la directiva del PP ha negado rotundamente haber recibido sobresueldos 'en negro' y ha mostrado su indignación ante el escándalo.
"El que la hace la paga", ha dicho Cospedal en la inauguración de la intermunicipal del PP en Almería, mientras los demás dirigentes han reclamado en los pasillos que todo el peso de la Justicia caiga sobre su ex tesorero.
En su intervención en la Intermunicipal del PP en Almería, Rajoy no ha negado tales informaciones, sino que se ha limitado a mandar un mensaje de calma sobre las actividades del PP: "Quiero deciros que estéis tranquilos".
Rajoy se ha parapetado en que el ex tesorero nacional del PP Luis Bárcenas ya no está en el partido. "El partido actuó", ha dicho, para apostillar a continuación que ahora son los tribunales quienes deben actuar. "Eso debe ser un motivo de tranquilidad", ha subrayado.
Antes, a su llegada, una periodista le ha preguntado al presidente del Gobierno si ha habido sobresueldos en el PP y con desdén ha respondido irónicamente: "Sí, hombre...". Rajoy no trasmitía ninguna tensión o enfado, sino más bien un distanciamiento con la polémica, como si no fuera con él o el partido que preside.
El líder del PP llegó a Almería anoche y mantuvo ya una cena con numerosos dirigentes 'populares', entre los que estaba Javier Arenas. María Dolores de Cospedal, en cambio, se encontraba ya de vuelta en Madrid porque este sábado viajaba a Galicia para intervenir en el congreso regional del PP gallego.
Ayer se supo que el que fuese máximo responsable de las finanzas del PP pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula del partido. Las cantidades que contenían los sobres oscilaban entre los 5.000 y los 15.000 euros mensuales.
La polémica generada en torno a los supuestos sobresueldos que el ex tesorero del PP Luis Bárcenas habría pagado a dirigentes del partido salpica a Mariano Rajoy y a José María Aznar. Según fuente de su entorno que cita este sábado el diario El País, el ex tesorero pagó a la cúpula del PP durante los últimos años sobresueldos "opacos a la Hacienda Pública", entre los que se incluyen el ex presidente del Gobierno Aznar y el actual presidente del Ejecutivo.
El perceptor del sobresueldo, según fuentes próxima al ex tesorero, no estaba obligado a declararlo Aunque no existen pruebas documentales que avalen dicha información, las mismas fuentes sostienen que tanto Álvaro Lapuerta, anterior tesorero del partido, y el propio Bárcenas dejaron constancia por escrito de dichos pagos.
Para más 'inri', el entorno de Bárcenas ha indicado que este sistema de sobresueldos no declarados al fisco fue ideado por el propio Aznar para que no pareciese que cobraba tanto como presidente del PP.
Fue a partir de entonces cuando se optó por complementar el sueldo oficial de los principales dirigentes con una cantidad mensual, que rondaba los 3.000 euros, una cifra que por aquel entonces no era obligatoria declarar a Hacienda —y que en la actualidad se ha rebajado—. El perceptor, han añadido las fuentes, tampoco estaba obligado a declarar ese sobresueldo y precisaron que Rajoy heredó el sistema creado por Aznar, pero le disgustaba y, después de cobrarlo "unos meses", renunció a ello.
Mientras tanto, la directiva del PP ha negado rotundamente haber recibido sobresueldos 'en negro' y ha mostrado su indignación ante el escándalo.
"El que la hace la paga", ha dicho Cospedal en la inauguración de la intermunicipal del PP en Almería, mientras los demás dirigentes han reclamado en los pasillos que todo el peso de la Justicia caiga sobre su ex tesorero.
Sólo unas horas antes, miles de personas se concentraron ante sedes del PP en diferentes ciudadanes, para protestar por la corrupción destapada y reclamar a Rajoy que abandone su puesto. Previamente, cuando la convocatoria cundió por las redes sociales, cientos de policías fueron desplegados para amedrentar a la gente, so pretexto de evitar altercados.
A las 18.15 horas del viernes la madrileña calle Génova ya estaba cortada al tráfico y al tránsito de peatones. Un desproporcionado despliegue policial blindó la zona, lo que incluso forzó a algunos comercios a cerrar antes de lo previsto. Todo para aminorar la convocatoria que, a través de las redes sociales, movimientos populares alternativos habían difundido llamando a la movilización en ese lugar a las 19 horas para mostrar la indignación desatada por el caso las cuentas en Suiza de Luis Bárcenas y el escándalo de los sobresueldos en sobres de dinero negro a altos cargos del PP.
Mariano Rajoy quiso evitar la foto de la indignación del pueblo frente a la sede de su partido y a la delegada del Gobierno en Madrid, la conservadora Cristina Cifuentes, no le tembló la mano para movilizar a centenares de agentes para esquivar esa imagen. Apostados tras las vallas situadas a más de cien metros de la puerta de la sede nacional del PP, los manifestantes censuraban el desproporcionado despliegue con gritos de "¡Basta ya de Estado policial!". Los concentrados también recurrieron al humor para criticar el operativo con consignas como "¡Dejadnos pasar, que nos vamos a afiliar!".
Aunque el escándalo del caso Bárcenas sí tuvo muchas réplicas en redes sociales como Twitter a través de las etiquetas #CorruPPlandia, #CulPPables y #CorruPPción, en la calle, la convocatoria no fue masiva. De hecho, algunos manifestantes comentaban con sarcasmo que casi había más policías que gente protestando.
De las escasa afluencia de público –alrededor de un millar de personas– se quejaron algunos de los manifestantes consultados por este diario. "Lo triste es que no esté aquí todo Madrid", lamentó Jaqueline Velarde, teleoperadora. A su lado, Eduardo Alonso, ingeniero, portaba una pancarta en la que resumía su estado de indignación: "Votar a corruptos es complicidad".
Además de los gritos ya habituales en las movilizaciones promovidas por el 15-M o grupos que giran en su órbita, los concentrados tiraron de ingenio para mostrar su indignación. "¿Dónde está el dinero? ¡Qué salga el tesorero!", "¡Gobierno dimisión por corrupto y por ladrón!" o "¿Dónde están nuestros sobres?" fueron algunas de las consignas más escuchadas. Aunque la movilización tuvo lugar sin incidentes, dos personas fueron retenidas de forma momentánea tras breves encontronazos con la Policía.
A las 18.15 horas del viernes la madrileña calle Génova ya estaba cortada al tráfico y al tránsito de peatones. Un desproporcionado despliegue policial blindó la zona, lo que incluso forzó a algunos comercios a cerrar antes de lo previsto. Todo para aminorar la convocatoria que, a través de las redes sociales, movimientos populares alternativos habían difundido llamando a la movilización en ese lugar a las 19 horas para mostrar la indignación desatada por el caso las cuentas en Suiza de Luis Bárcenas y el escándalo de los sobresueldos en sobres de dinero negro a altos cargos del PP.
Mariano Rajoy quiso evitar la foto de la indignación del pueblo frente a la sede de su partido y a la delegada del Gobierno en Madrid, la conservadora Cristina Cifuentes, no le tembló la mano para movilizar a centenares de agentes para esquivar esa imagen. Apostados tras las vallas situadas a más de cien metros de la puerta de la sede nacional del PP, los manifestantes censuraban el desproporcionado despliegue con gritos de "¡Basta ya de Estado policial!". Los concentrados también recurrieron al humor para criticar el operativo con consignas como "¡Dejadnos pasar, que nos vamos a afiliar!".
Aunque el escándalo del caso Bárcenas sí tuvo muchas réplicas en redes sociales como Twitter a través de las etiquetas #CorruPPlandia, #CulPPables y #CorruPPción, en la calle, la convocatoria no fue masiva. De hecho, algunos manifestantes comentaban con sarcasmo que casi había más policías que gente protestando.
De las escasa afluencia de público –alrededor de un millar de personas– se quejaron algunos de los manifestantes consultados por este diario. "Lo triste es que no esté aquí todo Madrid", lamentó Jaqueline Velarde, teleoperadora. A su lado, Eduardo Alonso, ingeniero, portaba una pancarta en la que resumía su estado de indignación: "Votar a corruptos es complicidad".
Además de los gritos ya habituales en las movilizaciones promovidas por el 15-M o grupos que giran en su órbita, los concentrados tiraron de ingenio para mostrar su indignación. "¿Dónde está el dinero? ¡Qué salga el tesorero!", "¡Gobierno dimisión por corrupto y por ladrón!" o "¿Dónde están nuestros sobres?" fueron algunas de las consignas más escuchadas. Aunque la movilización tuvo lugar sin incidentes, dos personas fueron retenidas de forma momentánea tras breves encontronazos con la Policía.
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