viernes, 18 de enero de 2013

De DCLM.es

¿Y por qué no cerramos también los cuarteles de la Guardia Civil?

CARLOS ISERTE
CARLOS ISERTE
¿Cuántos robos con nocturnidad y alevosía se producen en Tembleque? ¿Y en Sisante, cuántas ovejas mangan todas las noches los cuatreros? ¿Un hurto cada mes, o cada dos; siete ovejas al año? ¿Por qué, entonces, mantenemos abiertos por las noches éstos (y otro centenar) a todas luces deficitarios cuarteles de la Guardia Civil donde las incidencias reseñables son nulas; no hay delincuencia y la mayoría de los pueblos son una balsa de aceite?
¿Cuánto cuesta mantener esa infraestructura? ¿Diez, 15, 20 millones de euros al año? No. La Administración no mira el lado económico y sí el lado humano, porque aunque no ocurra nada y la pareja de agentes se dedique a "quemar" gasolina en sus rondas motorizadas noctámbulas, su sola presencia disuade a randas, trincones y truhanes y nos permite a los ciudadanos conciliar el sueño sabiendo que los "hombres de verde" rondan nuestras calles o están en el cuartelillo, a lo mejor jugando al mus, pero están ahí.
¿Cuántos incendios e inundaciones hay todas las noches en Toledo? ¿Cuántos fuegos apagan los bomberos de Villacañas cuando el crespúsculo cae como una plomada sobre La Mancha? ¿Cuántos turnos hay en la oscuridad de los parques leyendo bajo la luz tenue, o en duermevela esperando que la sirena rompa el silencio de las tinieblas? ¿Cuántos millones de euros hay que poner sobre la mesa para mantener activo este servicio nocturno? ¿Por qué, si las incidencias son escasas o no alcanzan la categoría de suceso, mantenemos abiertos estos centros preventivos toda la noche? Fácil, porque la Administración no mira el lado económico y si el humano, porque aunque no haya igniciones, deflagraciones, inundaciones o gatos que rescatar atrapados en el árbol de la puerta de nuestra casa, descansamos tranquilos sabiendo que con solo marcar el 085 los "hombres de azul" vendrán a socorrernos de inmediato.
¿Cuántos infartos de miocardio, ictus, anginas de pecho, procesos febriles infantiles, hipoglucemias, insuficiencias respiratorias cardiacas o accidentes de tráfico en decenas de kilómetros de autovía puede haber todas las noches entre una población estimada de 120.000 habitantes? ¿Cuarenta, cien, doscientos? ¿Cuántos "hombres de blanco" desean que la noche pase sin pena ni gloria porque eso significaría que la población goza de buena salud? ¿Cuánto cuesta mantener los 21 centros de urgencias cerrados por el Gobierno de María Dolores Cospedal? ¿Qué vale más, evitar que trinquen una oveja, apagar el fuego de un pajar o salvar una vida de un temblequeño que acaba de sufrir una parada cardiaca? Aquí está la gran diferencia, la Administración dirigida por el PP sí mira el lado económico y lo antepone al humano. ¿De verdad que merece la pena poner en peligro la vida de un solo ciudadano, porque más pronto que tarde esto pasará, por ahorrar un puñetero millón de euros, que es lo que cuesta aproximadamente mantener en activo durante 10 horas a 21 médicos e idéntico número de enfermeras? ¿Quién tendrá que responder cuando la familia del afectado, generalmente de edad avanzada, llame al 112 y una ambulancia, no medicalizada, tarde más de una hora entre llegar al pueblo y trasladar al infartado hasta el centro de urgencias más próximo? ¿Quién responderá ante esta posible muerte, según denuncian los médicos? ¿Responderá Cospedal, Echániz, o algún "cabeza de turco" elegido para la fatídica ocasión?
¿Cuánto vale mantener la seguridad personal de Cospedal? ¿A cuánto asciende la nómina de sus asesores? ¿Cuánto cuestan sus directores generales madrileños, "adoptados" por los castellano-manchegos con sueldazos superiores a los 50.000 euros? ¿Cien, doscientos millones anuales? A María Dolores Cospedal se la ha ido la mano en esta ocasión; se ha pasado de frenada y con esta nueva y grave irresponsabilidad no hace otro cosa que confirmar su intención de devastar Castilla-La Mancha. Le importamos una mierda; es una "paracaidista" que se posó aquí para hacer méritos; currículum político para ser cum laude del neoconservadurismo que asola Iberia.
POSDATA: Y tú, tranquilo majete en tu sillón, que ya se movilizan otros ciudadanos en tu lugar. Tú, machote, sigue mimetizado en tu sofá, pero luego no llores cuando te meen por las esquinas.

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