Montoro dice que su amnistía afloró 40.000 millones, aunque sólo recaudó 1.200
Madrid.- El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha facilitado
datos novedosos sobre el proceso de amnistía fiscal aprobado el pasado
año por el Gobierno: los 40.000 millones aflorados por este mecanismo
han aportado a la Hacienda pública exactamente 1.193 millones de euros.
Montoro se ha felicitado por ello ya que la cantidad "supone cuatro
puntos del PIB" pero lo que indica en realidad es la trampa de la
amnistía.
El Ejecutivo dijo que gravaría el capital regularizado al 10% y si hubiera sido así, el dinero recaudado habría sido 4.000 millones de euros. Lo que ha gravado Montoro, sin embargo, ha sido el rendimiento de esos 40.000 millones, es decir apenas el 3% de lo declarado.
Montoro ha dado estos datos durante su primera intervención ante la comisión de Hacienda y Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados, en la que se esperaba que explicara si el extesorero del PP, Luis Bárcenas, se aprovechó de la amnistía. La sesión se desarrolla en medio de una gran expectación, tanto política como mediática.
Pero el PSOE no ha conseguido el objetivo que perseguía con su solicitud de comparecencia extraordinaria del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no era otro que conocer la relación del dinero blanqueado por el ex tesorero del PP Luis Bárcenas, gracias la amnistía fiscal aprobada por el Ejecutivo. Sí han logrado, en cambio, encender a un ministro habitualmente manso y calmado, a quien han acusado incluso de favorecer las prácticas corruptas, recibiendo como respuesta del enfadado titular de Hacienda descalificaciones y acusaciones varias.
Montoro, al ser cuestionado por el socialista Pedro Saura por ese 3% sólo pudo responder: "A mi me habría gustado aflorar cuatro puntos de PIB y haber recaudado 300.000 millones de euros". Según las cifras que ha dado Montoro, a la amnistía se acogieron un total de 29.065 personas y de 618 empresas.
El ministro no ha citado a Bárcenas hasta las 14.24 horas, casi dos horas y media después de que se abriera la comisión y en la que era su segunda intervención. En su primera intervención, de hecho, su referencia ha sido indirecta y genérica cuando se ha esforzado – "les voy a dar el titular", ha dicho – en aclarar que "el proceso de regularización extraordinaria no borra ni limpia delitos". Lo ha repetido varias veces en alusión a las denuncias de la oposición de que la medida servía para el blanqueo de dinero.
Pedro Saura, que ha ejercido de portavoz del Grupo Socialista durante la comisión del Congreso, ha entrado a matar desde la primera palabra de su intervención. "La amnistía fiscal se ha diseñado para que cientos de Bárcenas se acojan a ella", ha acusado, provocando reacciones airadas de la bancada conservadora que ha criticado la "poca vergüenza" del representante del principal partido de la oposición.
Estas palabras las pronunciaba el diputado del PSOE después de que Montoro negara cualquier tipo de opacidad en el proceso de regularización de los defraudadores. Pero los socialistas no parecen creerle ni una sola palabra. Saura ha llegado incluso a acusar al ministro de "favorecer el blanqueo de capitales y la corrupción" al permitir que los defraudadores "disfruten de su dinero ilícito". Los socialistas, ha insistido, no son los únicos en sostener esta acusación tan grave contra el Ejecutivo. "Lo dicen los inspectores de Hacienda del Estado".
El parlamentario ha acusado al Gobierno de "saber" que los defraudadores podían acogerse a la amnistía fiscal y de acogerse a sus exigencias. Ha recordado que del 10% del patrimonio que se pretendía gravar inicialmente con ese proceso de regularización, se ha pasado únicamente al 10% de los rendimientos de esas ganancias. Y ha lamentado que "no se haya pedido nunca el origen del dinero lícito o ilícito". "No lo decimos sólo desde el PSOE, también lo dicen las asociaciones de inspectores, que no podían mirar esas regularizaciones", ha insistido.
En opinión de los socialistas es especialmente grave lo aflorado tras descubrirse el caso Bárcenas. Por eso Saura ha vuelto a suscribir las palabras pronunciadas esta semana por el líder de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, instando a Montoro a dimitir si se descubre que el extesorero del PP se ha acogido a esa amnistía fiscal. El diputado ha ido incluso más allá recalcando que "lo que los españoles quieren saber es el origen del dinero de Bárcenas". El ministro se ha ido sulfurando por momentos pero el acaloramiento final, la gota que ha parecido colmar el vaso de la paciencia del titular de Hacienda ha sido la pregunta clara e incisiva del diputado socialista:: "¿El ministro de Hacienda ha cobrado en B?"
Montoro, entonces, ha decidido responder con un nuevo ataque. "La ruindad en la política tiene un límite", le ha dicho a Saura. Además, tras negar esas dádivas por parte del extesorero del PP, ha acusado al diputado socialista de "ensuciar y enfangar" como "estilo" de hacer política.
Ya en su primera intervención había advertido de la ausencia del líder del PSOE y del de la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, en la comisión. Pero en su turno de respuesta al PSOE lo ha vuelto ha recordar visiblemente enfadado. Montoro, en todo caso, no ha hecho ni una sola mención a Luis Bárcenas, y no ha contestado tampoco si el extesorero del PP se acogió a la amnistía fiscal del Gobierno.
El ministro Montoro no ha dicho nada sobre el anuncio realizado por el abogado de Bárcenas de que el extesorero del PP había regularizado hasta 10 millones de euros acogiéndose a esta medida de los 22 millones que el juez Ruz de la Audiencia Nacional le detectó en una cuenta de una entidad financiera en Suiza. Sin embargo, el departamento que dirige Montoro emitió una nota de prensa oficial para desmentir que Bárcenas, como persona física, figurara entre las que se han acogido a esta medida.
Pero el titular de Hacienda y Administraciones Públicas no ha respondidó a las expectativas ni a las preguntas de todos los grupos. "El señor Bárcenas, que no está en el PP desde el año 2009, está acogido al secreto tributario, según el artículo 95 de la ley General Tributaria, excepto cuando él mismo o su representante hace renuncia a ese derecho y hace público sus datos. Como si lo hace cualquiera", ha dicho el ministro en un tono muy formalista.
No obstante, ha hecho hincapié en su "titular" de la primera intervención, esto es en el hecho de que la amnistía fiscal no implica que desaparezcan los presuntos delitos fiscales que pudiese haber incurrido cualquier persona que aflore dinero oculto a la Hacienda Pública. Y ha añadido: "El señor Bárcenas no aparece en la lista [de personas físicas acogidas a la amnistía fiscal]. No puedo decir nada más de lo que no sé . Pero, supongamos, solo supongamos, que se haya acogido [en referencia a Luis Bárcena] oculto en una sociedad. ¿Qué consecuencias legales tiene?, ninguna. Pero no digamos que la regularización evita delitos", ha insistido en otro momento de su intervención final.
Sí ha facilitado los datos globales: en una primera estimación, ha dicho, las personas físicas que se han acogida a esta medida han sido 29.065 y el número de empresas ha a alcanzado la cifra de 618. Al dar estos datos tampoco se refirió a Bárcenas. En todo momento habló de “proceso de regularización fiscal” y tan solo habló de “amnistía fiscal” para referirse al proceso que abrió el Gobierno socialista en 1991 con similares propósitos para enfatizar que en aquella ocasión, a diferencia de ahora, “fue opaca” mediante la adquisición de deuda pública.
"La amnistía que aprobó en1991 el gobierno socialista, un Gobierno en el que Rubalcaba era secretario de Estado, ocultaba la identidad de los defraudadores, al contrario de lo que hace esta. En lugar de estar pidiendo mi dimisión por los pasillos del Congreso, podría estar aquí escuchando mis explicaciones", dijo.
En otro momento destacó que entre las bondades de la medida adoptada se encuentra la de ayudar a equilibrar los ingresos presupuestados para el ejercicio fiscal de 2012 y ampliar la base inpositiva para ejercicios posteriores. "Tenemos una base impositiva muy pequeña para el PIB que tenemos", ha sentenciado en su primera intervención. En estos momentos continúa el debate con la intervención de los grupos de la oposición en una sesión que se prevé larga. Al inicio, más de una docena de cámaras de televisión, otros tantos fotógrafos y numerosos periodistas se han agolpado a la entrada de la sala donde se desarrolla el debate.
Los grupos parlamentarios del PSOE y de La Izquierda Pluralhabían reclamado las explicaciones de Montoro y su dimisión por las revelaciones sobre Bárcenas.
El PP se encuentra envuelto también en un escándalo por los supuestos sobresueldos en dinero negro que habrían estado cobrando sus dirigentes entre 1989 y 2009.
Montoro, que ha defendido "la transparencia de mis declaraciones" de carácter fiscal, ha dedicado la mayor parte de su segunda intervención a sacar pecho por su gestión, que ha permitido "traer más dinero para que paguen impuestos. Es increíble que cuando uno lo logra se le critique por si beneficia no se a quien. Es increíble, pero difamar sale gratis. No interesa cambiar algunos titulares", ha exclamado en otro momento.
En base a ese argumento ha justificado la conveniencia de la medida fiscal decidida por el Gobierno el pasado año, que calificó una y otra vez como "excepcional y extraordinaria". Y en todo momento esgrimió que de no haberse adoptado el dinero que ha aflorado "no estaría en España para tributar, estaría fuera del control de la administración tributaria. Y eso es importante".
Los grupos minoritarios se han mostrado defraudados, y muy críticos, tras la primera intervención de Montoro en la comisión. Todos los portavoces, desde formaciones de talante conservador como CiU, PNV y UPyD, hasta las más progresistas, ERC, Amaiur o BNG, han vuelto a denunciar el contenido de la amnistía fiscal, poniendo en duda la tesis del ministro de que no evita la práctica delictiva del blanqueo de dinero, y, sobre todo por los pobres resultados obtenidos en términos de recaudación tributaria con esta medida.
“Montoro, además de recortar el Estado del bienestar, ha recortado también lo que deben pagar los defraudadores” El portavoz vasco, Pedro Azpiazu, ha añadido: "Ha sido una amnistía fiscal en toda regla. Y si usted ha dado un titular, le ofrezco otro, mucho ruido y pocas nueces, señor ministro. Al final, nos ha dejado a todos fríos, no ha contado todo lo que sabe”, en referencia al caso Bárcenas. El resto de portavoces no ha tenido frases más complacientes. Rafael Larreina, de Amaiur, ha insistido en que la amnistía fiscal era injusta "y la recaudación que ha ofrecido lo confirma". Este portavoz también ha ofrecido otro titular: "Montoro, además de recortar el Estado del bienestar, ha recortado también lo que deben pagar los defraudadores". Tanto Sánchez Llibre, de CiU, como Bosch, ERC, se han manifestado en similares términos, siempre críticos.
Por su parte, la portavoz del grupo popular, Ana María Madrazo, ha utilizado su intervención para arremeter contra el grupo socialista, el PSOE y su portavoz esta mañana, Pedro Saura. "El único partido condenado por corrupción ha sido el suyo", espetó dirigiéndose a la bancada socialista. Y ha añadido: "Lo único que les interesa a ustedes es envenenar y empozoñar la vida política". El resto de su intervención la ha dedicado a defender la intervención del ministro, sin citar a Bárcenas.
El Ejecutivo dijo que gravaría el capital regularizado al 10% y si hubiera sido así, el dinero recaudado habría sido 4.000 millones de euros. Lo que ha gravado Montoro, sin embargo, ha sido el rendimiento de esos 40.000 millones, es decir apenas el 3% de lo declarado.
Montoro ha dado estos datos durante su primera intervención ante la comisión de Hacienda y Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados, en la que se esperaba que explicara si el extesorero del PP, Luis Bárcenas, se aprovechó de la amnistía. La sesión se desarrolla en medio de una gran expectación, tanto política como mediática.
Pero el PSOE no ha conseguido el objetivo que perseguía con su solicitud de comparecencia extraordinaria del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no era otro que conocer la relación del dinero blanqueado por el ex tesorero del PP Luis Bárcenas, gracias la amnistía fiscal aprobada por el Ejecutivo. Sí han logrado, en cambio, encender a un ministro habitualmente manso y calmado, a quien han acusado incluso de favorecer las prácticas corruptas, recibiendo como respuesta del enfadado titular de Hacienda descalificaciones y acusaciones varias.
Montoro, al ser cuestionado por el socialista Pedro Saura por ese 3% sólo pudo responder: "A mi me habría gustado aflorar cuatro puntos de PIB y haber recaudado 300.000 millones de euros". Según las cifras que ha dado Montoro, a la amnistía se acogieron un total de 29.065 personas y de 618 empresas.
El ministro no ha citado a Bárcenas hasta las 14.24 horas, casi dos horas y media después de que se abriera la comisión y en la que era su segunda intervención. En su primera intervención, de hecho, su referencia ha sido indirecta y genérica cuando se ha esforzado – "les voy a dar el titular", ha dicho – en aclarar que "el proceso de regularización extraordinaria no borra ni limpia delitos". Lo ha repetido varias veces en alusión a las denuncias de la oposición de que la medida servía para el blanqueo de dinero.
Pedro Saura, que ha ejercido de portavoz del Grupo Socialista durante la comisión del Congreso, ha entrado a matar desde la primera palabra de su intervención. "La amnistía fiscal se ha diseñado para que cientos de Bárcenas se acojan a ella", ha acusado, provocando reacciones airadas de la bancada conservadora que ha criticado la "poca vergüenza" del representante del principal partido de la oposición.
Estas palabras las pronunciaba el diputado del PSOE después de que Montoro negara cualquier tipo de opacidad en el proceso de regularización de los defraudadores. Pero los socialistas no parecen creerle ni una sola palabra. Saura ha llegado incluso a acusar al ministro de "favorecer el blanqueo de capitales y la corrupción" al permitir que los defraudadores "disfruten de su dinero ilícito". Los socialistas, ha insistido, no son los únicos en sostener esta acusación tan grave contra el Ejecutivo. "Lo dicen los inspectores de Hacienda del Estado".
El parlamentario ha acusado al Gobierno de "saber" que los defraudadores podían acogerse a la amnistía fiscal y de acogerse a sus exigencias. Ha recordado que del 10% del patrimonio que se pretendía gravar inicialmente con ese proceso de regularización, se ha pasado únicamente al 10% de los rendimientos de esas ganancias. Y ha lamentado que "no se haya pedido nunca el origen del dinero lícito o ilícito". "No lo decimos sólo desde el PSOE, también lo dicen las asociaciones de inspectores, que no podían mirar esas regularizaciones", ha insistido.
En opinión de los socialistas es especialmente grave lo aflorado tras descubrirse el caso Bárcenas. Por eso Saura ha vuelto a suscribir las palabras pronunciadas esta semana por el líder de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, instando a Montoro a dimitir si se descubre que el extesorero del PP se ha acogido a esa amnistía fiscal. El diputado ha ido incluso más allá recalcando que "lo que los españoles quieren saber es el origen del dinero de Bárcenas". El ministro se ha ido sulfurando por momentos pero el acaloramiento final, la gota que ha parecido colmar el vaso de la paciencia del titular de Hacienda ha sido la pregunta clara e incisiva del diputado socialista:: "¿El ministro de Hacienda ha cobrado en B?"
Montoro, entonces, ha decidido responder con un nuevo ataque. "La ruindad en la política tiene un límite", le ha dicho a Saura. Además, tras negar esas dádivas por parte del extesorero del PP, ha acusado al diputado socialista de "ensuciar y enfangar" como "estilo" de hacer política.
Ya en su primera intervención había advertido de la ausencia del líder del PSOE y del de la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, en la comisión. Pero en su turno de respuesta al PSOE lo ha vuelto ha recordar visiblemente enfadado. Montoro, en todo caso, no ha hecho ni una sola mención a Luis Bárcenas, y no ha contestado tampoco si el extesorero del PP se acogió a la amnistía fiscal del Gobierno.
El ministro Montoro no ha dicho nada sobre el anuncio realizado por el abogado de Bárcenas de que el extesorero del PP había regularizado hasta 10 millones de euros acogiéndose a esta medida de los 22 millones que el juez Ruz de la Audiencia Nacional le detectó en una cuenta de una entidad financiera en Suiza. Sin embargo, el departamento que dirige Montoro emitió una nota de prensa oficial para desmentir que Bárcenas, como persona física, figurara entre las que se han acogido a esta medida.
Pero el titular de Hacienda y Administraciones Públicas no ha respondidó a las expectativas ni a las preguntas de todos los grupos. "El señor Bárcenas, que no está en el PP desde el año 2009, está acogido al secreto tributario, según el artículo 95 de la ley General Tributaria, excepto cuando él mismo o su representante hace renuncia a ese derecho y hace público sus datos. Como si lo hace cualquiera", ha dicho el ministro en un tono muy formalista.
No obstante, ha hecho hincapié en su "titular" de la primera intervención, esto es en el hecho de que la amnistía fiscal no implica que desaparezcan los presuntos delitos fiscales que pudiese haber incurrido cualquier persona que aflore dinero oculto a la Hacienda Pública. Y ha añadido: "El señor Bárcenas no aparece en la lista [de personas físicas acogidas a la amnistía fiscal]. No puedo decir nada más de lo que no sé . Pero, supongamos, solo supongamos, que se haya acogido [en referencia a Luis Bárcena] oculto en una sociedad. ¿Qué consecuencias legales tiene?, ninguna. Pero no digamos que la regularización evita delitos", ha insistido en otro momento de su intervención final.
Sí ha facilitado los datos globales: en una primera estimación, ha dicho, las personas físicas que se han acogida a esta medida han sido 29.065 y el número de empresas ha a alcanzado la cifra de 618. Al dar estos datos tampoco se refirió a Bárcenas. En todo momento habló de “proceso de regularización fiscal” y tan solo habló de “amnistía fiscal” para referirse al proceso que abrió el Gobierno socialista en 1991 con similares propósitos para enfatizar que en aquella ocasión, a diferencia de ahora, “fue opaca” mediante la adquisición de deuda pública.
"La amnistía que aprobó en1991 el gobierno socialista, un Gobierno en el que Rubalcaba era secretario de Estado, ocultaba la identidad de los defraudadores, al contrario de lo que hace esta. En lugar de estar pidiendo mi dimisión por los pasillos del Congreso, podría estar aquí escuchando mis explicaciones", dijo.
En otro momento destacó que entre las bondades de la medida adoptada se encuentra la de ayudar a equilibrar los ingresos presupuestados para el ejercicio fiscal de 2012 y ampliar la base inpositiva para ejercicios posteriores. "Tenemos una base impositiva muy pequeña para el PIB que tenemos", ha sentenciado en su primera intervención. En estos momentos continúa el debate con la intervención de los grupos de la oposición en una sesión que se prevé larga. Al inicio, más de una docena de cámaras de televisión, otros tantos fotógrafos y numerosos periodistas se han agolpado a la entrada de la sala donde se desarrolla el debate.
Los grupos parlamentarios del PSOE y de La Izquierda Pluralhabían reclamado las explicaciones de Montoro y su dimisión por las revelaciones sobre Bárcenas.
El PP se encuentra envuelto también en un escándalo por los supuestos sobresueldos en dinero negro que habrían estado cobrando sus dirigentes entre 1989 y 2009.
Montoro, que ha defendido "la transparencia de mis declaraciones" de carácter fiscal, ha dedicado la mayor parte de su segunda intervención a sacar pecho por su gestión, que ha permitido "traer más dinero para que paguen impuestos. Es increíble que cuando uno lo logra se le critique por si beneficia no se a quien. Es increíble, pero difamar sale gratis. No interesa cambiar algunos titulares", ha exclamado en otro momento.
En base a ese argumento ha justificado la conveniencia de la medida fiscal decidida por el Gobierno el pasado año, que calificó una y otra vez como "excepcional y extraordinaria". Y en todo momento esgrimió que de no haberse adoptado el dinero que ha aflorado "no estaría en España para tributar, estaría fuera del control de la administración tributaria. Y eso es importante".
Los grupos minoritarios se han mostrado defraudados, y muy críticos, tras la primera intervención de Montoro en la comisión. Todos los portavoces, desde formaciones de talante conservador como CiU, PNV y UPyD, hasta las más progresistas, ERC, Amaiur o BNG, han vuelto a denunciar el contenido de la amnistía fiscal, poniendo en duda la tesis del ministro de que no evita la práctica delictiva del blanqueo de dinero, y, sobre todo por los pobres resultados obtenidos en términos de recaudación tributaria con esta medida.
“Montoro, además de recortar el Estado del bienestar, ha recortado también lo que deben pagar los defraudadores” El portavoz vasco, Pedro Azpiazu, ha añadido: "Ha sido una amnistía fiscal en toda regla. Y si usted ha dado un titular, le ofrezco otro, mucho ruido y pocas nueces, señor ministro. Al final, nos ha dejado a todos fríos, no ha contado todo lo que sabe”, en referencia al caso Bárcenas. El resto de portavoces no ha tenido frases más complacientes. Rafael Larreina, de Amaiur, ha insistido en que la amnistía fiscal era injusta "y la recaudación que ha ofrecido lo confirma". Este portavoz también ha ofrecido otro titular: "Montoro, además de recortar el Estado del bienestar, ha recortado también lo que deben pagar los defraudadores". Tanto Sánchez Llibre, de CiU, como Bosch, ERC, se han manifestado en similares términos, siempre críticos.
Por su parte, la portavoz del grupo popular, Ana María Madrazo, ha utilizado su intervención para arremeter contra el grupo socialista, el PSOE y su portavoz esta mañana, Pedro Saura. "El único partido condenado por corrupción ha sido el suyo", espetó dirigiéndose a la bancada socialista. Y ha añadido: "Lo único que les interesa a ustedes es envenenar y empozoñar la vida política". El resto de su intervención la ha dedicado a defender la intervención del ministro, sin citar a Bárcenas.
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