Soares y González advierten que los mercados pueden hundir a Europa y piden acciones contra el deterioro de la democracia.
Antonio Jiménez Barca
Lisboa
7 ENE 2013
La cita en el Centro Cultural de Belem, a la que acudieron el
expresidente Mário Soares y el jefe de Gobierno Felipe González, era
para hablar del pasado, de la Transición, para recordar las claves que
permitieron a Portugal y a España pasar de una dictadura a una
democracia. En teoría. Porque tras unas pocas concesiones a la nostalgia
(“a mí cuando me presentaron a Felipe González me dijeron que se
llamaba Isidoro”), los dos históricos líderes del socialismo europeo
evaluaron el muy complicado presente y, a su juicio, el muy peligroso
futuro.
“Yo confío en que [Barack] Obama sea capaz de poner freno a los mercados”, dijo Soares, que añadió: “Porque, si no, vamos a ir a peor. Y va a crecer la desigualdad y los estallidos sociales. Los mercados deben obedecer a las reglas de los Gobiernos, y no al revés, como pasa ahora. Y la globalización, también debe de someterse a ciertas reglas. Si no, la democracia caerá en el descrédito y el mundo empezará a encaminarse hacia una Tercera Guerra Mundial”.
González no fue tan drástico, pero advirtió que los ciudadanos “no entienden que se vote a unos dirigentes que carecen de margen de maniobra frente a los mercados, a los que, por cierto, no me han presentado nunca”. Luego avisó: “Europa tiene el modelo. Y los instrumentos necesarios. Pero no los utiliza a causa de un galopante nacionalismo insolidario que, en el pasado, ya llevó a Europa a dos tragedias”.
Soares y González se citaron en Belem a fin de conmemorar el 40º aniversario del primer número del semanario portugués Expresso, cuyo fundador, el ex primer ministro portugués Francisco Pinto Balsemão, amigo de ambos, también participó en el debate.
Soares, que lo ha sido todo en la vida política lusa y que a sus 88 años mantiene una viva agenda política y pública recordó los tiempos en que Portugal y España se adhirieron juntas a la Unión Europea, en junio de 1985, y luego matizó: “Pero entonces había líderes solidarios, provenientes de la Democracia Cristiana europea y del socialismo europeo, que no sólo miraban por los intereses de sus respectivos países.
Si ese ingreso se tuviera que hacer hoy…” González añadió: “En fin, eso de que los líderes de antes sí que eran buenos lo llevo yo escuchando siempre. Cuando yo estaba se oía siempre que el bueno era Adenauer, que ya no estaba. Ahora bien: hay algo de verdad en esa frase, porque los dirigentes de ahora están presos de los mercados, gobiernan para el déficit”.
González alertó de otra burbuja financiera “que se está gestando ahora” y que puede estallar. “Se prometió mucho y algo se hizo en 2009 para regular los mercados pero desde entonces no se ha hecho nada y si vuelve a estallar esta otra burbuja financiera, los ciudadanos no nos lo perdonarán a los políticos”. Y luego aseguró que una política centrada en la austeridad y en el déficit no tiene salida para nadie. “Ni siquiera para los acreedores porque ellos son los primeros que saben que si no se crece, aquí no se paga”.
Poco antes, en un discurso el mismo presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso, aseguró que la denominada crisis del euro “ya está superada”. Soares comentó después que, a su juicio, el dirigente europeo “es demasiado optimista”.
“Yo confío en que [Barack] Obama sea capaz de poner freno a los mercados”, dijo Soares, que añadió: “Porque, si no, vamos a ir a peor. Y va a crecer la desigualdad y los estallidos sociales. Los mercados deben obedecer a las reglas de los Gobiernos, y no al revés, como pasa ahora. Y la globalización, también debe de someterse a ciertas reglas. Si no, la democracia caerá en el descrédito y el mundo empezará a encaminarse hacia una Tercera Guerra Mundial”.
González no fue tan drástico, pero advirtió que los ciudadanos “no entienden que se vote a unos dirigentes que carecen de margen de maniobra frente a los mercados, a los que, por cierto, no me han presentado nunca”. Luego avisó: “Europa tiene el modelo. Y los instrumentos necesarios. Pero no los utiliza a causa de un galopante nacionalismo insolidario que, en el pasado, ya llevó a Europa a dos tragedias”.
Soares y González se citaron en Belem a fin de conmemorar el 40º aniversario del primer número del semanario portugués Expresso, cuyo fundador, el ex primer ministro portugués Francisco Pinto Balsemão, amigo de ambos, también participó en el debate.
Soares, que lo ha sido todo en la vida política lusa y que a sus 88 años mantiene una viva agenda política y pública recordó los tiempos en que Portugal y España se adhirieron juntas a la Unión Europea, en junio de 1985, y luego matizó: “Pero entonces había líderes solidarios, provenientes de la Democracia Cristiana europea y del socialismo europeo, que no sólo miraban por los intereses de sus respectivos países.
Si ese ingreso se tuviera que hacer hoy…” González añadió: “En fin, eso de que los líderes de antes sí que eran buenos lo llevo yo escuchando siempre. Cuando yo estaba se oía siempre que el bueno era Adenauer, que ya no estaba. Ahora bien: hay algo de verdad en esa frase, porque los dirigentes de ahora están presos de los mercados, gobiernan para el déficit”.
González alertó de otra burbuja financiera “que se está gestando ahora” y que puede estallar. “Se prometió mucho y algo se hizo en 2009 para regular los mercados pero desde entonces no se ha hecho nada y si vuelve a estallar esta otra burbuja financiera, los ciudadanos no nos lo perdonarán a los políticos”. Y luego aseguró que una política centrada en la austeridad y en el déficit no tiene salida para nadie. “Ni siquiera para los acreedores porque ellos son los primeros que saben que si no se crece, aquí no se paga”.
Poco antes, en un discurso el mismo presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso, aseguró que la denominada crisis del euro “ya está superada”. Soares comentó después que, a su juicio, el dirigente europeo “es demasiado optimista”.
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