lunes, 18 de febrero de 2013

La secretaria general de la UIJS despierta simpatías

TalegónPALABRAS 'INCÓMODAS'

Valiente

El discurso de Beatriz Talegón, secretaria de la UIJS, ha molestado a muchos e inspirado a actuar a otros tantos

  Sergio Sauce

Hace algo más de una semana, Beatriz Talegón pronunciaba un discurso ‘incómodo’, pero lleno de coherencia y, creo, absolutamente razonable, sobre y desde la base del socialismo. En concreto, del español. Lo hacía durante el consejo de la Internacional Socialista, que se celebraba en Cascais, Portugal. El lugar, se advierte, era el adecuado.
Sergio SauceBeatriz Talegón es una mujer valiente, mucho, que representa, además, a muchas voces. Y digo muchas, lo he escrito bien. No sólo dentro del PSOE, donde se enmarcaban sus palabras. Su discurso, con el que uno puede estar más o menos de acuerdo, en todo, en nada o en parte, nos lo podemos llevar a cualquier partido cambiando unos pocos nombres. Incluso más allá, a la conciencia de todos los ciudadanos. Aunque a muchos les cueste verlo.
Discurso rupturista. Así lo han definido algunos medios de comunicación. Yo discrepo. Al contrario, lo veo más bien conciliador. No hay nada que una más que la Democracia, y ser democrático es escuchar y contar con las opiniones de todos los demás. De todos.
Quizás no estamos preparados para escuchar a los jóvenes. Quizás sea eso, que a los que tienen las calles más caras en el Monopoly no les gusta demasiado oír a los que vienen detrás, a los que van a heredar las casitas y los hoteles que tanto les ha costado levantar. Ser joven no es fácil; en política, mucho menos.
¿Debería renunciar a pertenecer a una organización que no cuenta con ella? Tal vez, pero según sus propias palabras, «alguien tiene que estar ahí, porque los cambios siempre deben venir desde dentro». Tiene sentido. Como también lo tiene que la 'nueva savia' no tenga que justificarse por lo que hicieron sus padres.
Hace sólo un rato he tenido la ocasión de hablar por teléfono con Beatriz, que sigue trabajando como cualquier día más, evidentemente. Lo primero que le he preguntado es si se arrepiente de haber hablado, después de todo el revuelo mediático que ha habido esta semana. «En absoluto, por supuesto que no», me ha contestado con total convicción.
Beatriz es valiente, afirmo, porque estamos acostumbrados a una política de pastoreo, en la que basta que el perro ladre para reorganizar y redirigir al rebaño. Todos a una, hacia un mismo fin (ellos sabrán cuál). Estamos viviendo en una sociedad donde demasiadas veces nos gobierna la inercia, ya es hora de que la mayoría podamos opinar y participar.

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