martes, 12 de febrero de 2013

El texto que el politico italiano trató de ocultar a la opinión pública



El discurso del Presidente del BCE ante los Diputados

Discurso de Mario Draghi ante el Congreso

Señor Presidente, Señorías:

Permítanme expresar mi más sincero agradecimiento por su invitación a comparecer ante esta cámara.

Como presidente del Banco Central Europeo (BCE), es un honor tener la oportunidad de analizar los grandes retos a los que se enfrenta la economía de la zona del euro y explicar las principales medidas que estamos adoptando para darles respuesta.

Tras exponer brevemente nuestra actuación, escucharé con gran interés sus opiniones sobre la economía europea, las políticas del BCE y el futuro diseño de nuestra unión económica y monetaria. Espero que al final de esta sesión hayamos logrado un buen entendimiento mutuo, que nos permita, en el marco de nuestros respectivos mandatos institucionales, seguir avanzando en el doble desafío de fortalecer nuestra unión y restablecer un crecimiento sólido y estable.

Durante los últimos años, hemos observado el profundo grado de interconexión de las economías de los países de la zona del euro, lo que nos ha servido para recordar con claridad los importantes efectos de las políticas económicas de unos países sobre otros.

Como representantes del pueblo español democráticamente elegidos, sus señorías son responsables de las políticas económicas internas. Sin embargo, en el ejercicio de esas funciones, como todos los demás parlamentos nacionales de la zona del euro, también influyen en el funcionamiento de nuestra unión económica y monetaria en su conjunto. Como señaló el presidente del Consejo, Herman van Rompuy: los parlamentos nacionales se han convertido en instituciones europeas. Es importante que todos reconozcamos nuestros intereses comunes.

En mi declaración introductoria de hoy desearía centrarme en tres aspectos: el estado de la economía, la política monetaria del BCE y la visión a largo plazo de nuestra unión económica y monetaria. A continuación, me complacerá escuchar sus opiniones y responder a sus preguntas.

Comenzando con la situación general, como saben, la economía de la zona del euro está experimentando un importante ajuste. Se trata de un proceso necesario, aunque especialmente doloroso y prologado en aquellas áreas en las que anteriores desajustes de las políticas crearon vulnerabilidades. En particular, las dificultades se derivan de los grandes desequilibrios existentes en sectores altamente endeudados y de la falta de saneamiento de las finanzas públicas en algunos países de la zona.

Sin embargo, estamos observando los primeros resultados positivos del ajuste. Por ejemplo, los países de la zona del euro han reducido casi a la mitad sus déficits presupuestarios, desde el 6,2 % del PIB registrado en 2010, hasta el 3,3 % estimado para 2012. Excluidos los pagos de intereses, el déficit primario del conjunto de la zona del euro fue prácticamente nulo. Esto contrasta con la situación en Estados Unidos y Japón, que en 2012 registraron déficits primarios de en torno al 6 % del PIB.

Varios países de la zona del euro están corrigiendo sus desequilibrios externos, entre ellos España, cuyo déficit por cuenta corriente se ha reducido considerablemente, desde casi el 10 % del PIB en 2008, hasta aproximadamente el 1 % en 2012. De acuerdo con los datos más recientes, el volumen de exportaciones de su país ha aumentado notablemente, en torno a un 20 % entre 2009 y el año pasado. Un aumento similar se observó en Portugal y, en menor medida, en Irlanda.

Durante el mismo período, el peso de las exportaciones en el PIB se incrementó en unos 10 puntos porcentuales en España, Irlanda y Portugal. Las exportaciones están contribuyendo muy positivamente al crecimiento económico real. Estas economías también están experimentando un descenso de los costes laborales unitarios, lo que mejorará su competitividad y constituirá la base para el crecimiento sostenible.

Pese a estas señales de mejora, el ajuste aún no esta produciendo un efecto visible en la vida diaria de las personas. Por ello, la frustración de algunos sectores de la población es comprensible. Los esfuerzos de reforma tardan tiempo en mostrar todos sus efectos beneficiosos y deben extenderse a una masa crítica antes de producir un cambio de tendencia fundamental en las perspectivas económicas.

Las principales prioridades del programa de reforma siguen siendo corregir los desajustes y restablecer la capacidad de la economía para crear valor, ingresos y empleo. Los gobiernos deben seguir adelante en el camino del crecimiento sólido y estable. Los parlamentos nacionales son determinantes en este proceso, fundamentalmente en la comunicación efectiva al público de los verdaderos objetivos.

Al decir todo esto, soy plenamente consciente de los importantes costes sociales que el ajuste entraña, especialmente para las personas que han perdido su empleo. Soy muy consciente de la dimensión humana de esta recesión y, en particular, de las dificultades que muchos de sus electores afrontan. Sin embargo, las reformas no han de verse de manera aislada: su objetivo es lograr un funcionamiento mejor y más sólido y, sí, también más justo de las economías, en beneficio de todos los ciudadanos.

Los países que están inmersos en estas reformas dolorosas, aunque necesarias, no deberían sentir que han sido abandonados a su suerte. La creación de un futuro más estable y próspero para Europa es el objetivo que une a los países de la zona del euro. Para realizar progresos, necesitamos una dirección común, cohesión entre los países y solidaridad dentro de nuestras sociedades.

La dirección común consiste en sentar las bases para un crecimiento sostenible. En algunos países esto significa reorientar los principales motores del crecimiento hacia sectores productivos. Esto también implica recuperar la competitividad mediante la contención o reducción de los costes, a través de una combinación de aumento de la productividad y moderación salarial.

La cohesión se expresa a través del mercado único, la moneda única y las instituciones europeas comunes, cuyo objetivo es asegurar una buena gobernanza y, en caso necesario, la asistencia y el apoyo mutuos.

La solidaridad dentro de nuestras sociedades debería consistir en asegurar que la carga no sea soportada desproporcionadamente por determinados sectores o grupos de personas.

Me referiré ahora a las medidas concretas adoptadas por el BCE en respuesta a los desafíos a los que se enfrenta la economía de la zona del euro. Existen dos elementos clave.

El primero ha sido reducir nuestro tipo de interés oficial hasta el 0,75 %, un nivel sin precedentes en prácticamente todos los países de la zona del euro. El tipo de interés en el mercado interbancario a un día es ahora incluso inferior y está próximo a cero.

El segundo elemento ha consistido en conceder a las entidades de crédito acceso ilimitado a la financiación del banco central mediante nuestras operaciones a corto y a largo plazo. Esta medida permitió que las entidades de crédito no tuvieran que reducir sus balances innecesariamente en un momento en que la financiación en los mercados era inaccesible o excesivamente cara. También impidió un posible escenario deflacionista, lo que aseguró el cumplimiento del objetivo prioritario del BCE de mantener la estabilidad de precios en la zona del euro.

Al mismo tiempo, nuestras medidas han aliviado las restricciones de financiación de las entidades que deciden renovar o ampliar sus préstamos a empresas y hogares, eliminando así un obstáculo para el crecimiento.

Puesto que tres cuartas partes de la financiación externa de las empresas en la zona del euro proceden de las entidades de crédito, necesitamos que proporcionen una oferta de crédito sólida para apoyar la inversión y la creación de empleo.

Hemos proporcionado a las entidades de crédito la seguridad de que, con los activos de garantía adecuados, pueden obtener volúmenes ilimitados de liquidez del banco central al tipo de interés oficial. Hemos sustituido efectivamente al mercado interbancario. Cuando este dejó de funcionar, nuestras medidas hicieron posible que las entidades siguieran prestando. El volumen total de nuestras operaciones de financiación aumentó desde menos de 450 mm de euros antes de la crisis, hasta más de 1,2 billones en su momento álgido.

También hemos dado a las entidades de crédito la seguridad de poder confiar en nuestras operaciones de financiación durante períodos prolongados. El plazo máximo de estas operaciones aumentó de tres meses a tres años. De no haberse realizado las dos operaciones de financiación a tres años de finales de 2011 y principios de 2012 podría haberse producido una grave crisis de crédito.

Con estas medidas, el BCE respondió de manera decisiva a las presiones de liquidez a las que se enfrentaban las entidades de la zona del euro. Aquí en España, por ejemplo, las ayudas de liquidez que se prestan actualmente al sistema bancario representan un cuarto del PIB nacional y son unas ocho veces superiores a las concedidas antes de la crisis.

Para asegurar el cumplimiento del objetivo primordial del BCE de salvaguardar la estabilidad de precios, fue esencial crear un entorno en el que la liquidez no fuese un obstáculo para el flujo del crédito.

Sin embargo, la liquidez no es el único factor que determina la capacidad y la voluntad de las entidades de crédito para prestar a las empresas y los hogares. Existen otros dos factores: la disponibilidad de capital en las entidades de crédito y la percepción general del riesgo en la economía.

La provisión de capital no está entre las funciones de los bancos centrales. Corresponde a los accionistas garantizar que las entidades de crédito sean solventes y tengan la capacidad para llevar a cabo sus actividades básicas. En los casos en que el sector privado no tiene capacidad o disponibilidad para suministrar capital, son las autoridades fiscales —los gobiernos y los parlamentos— quienes han de decidir cuándo y cómo actuar.

En España, las autoridades han actuado de forma proactiva, incluso en condiciones difíciles, y han emprendido un ambicioso programa de ajuste financiero con la asistencia de sus socios europeos. El programa, que avanza según lo previsto, ha eliminado de los balances de las entidades más débiles los activos problemáticos que han lastrado sus actividades. Asimismo, ha recapitalizado estas entidades con nuevos fondos y ha sentado las bases para que, una vez saneadas, recuperen su actividad de préstamo.

La percepción general del riesgo es el tercer determinante del crédito. El BCE, como cualquier otro banco central, no puede controlar el riesgo de naturalezamicroeconómica, es decir, la forma en que las entidades de crédito evalúan la posibilidad de que un prestatario no reembolse un préstamo.

Este tipo de riesgo está relacionado con la situación concreta del sector en que opera una empresa o con la estructura de costes de la empresa y su capacidad para innovar y crear valor. Las políticas estructurales, sectoriales y fiscales tienen la función de facilitar la reasignación de los recursos a actividades con valor económico real.

Por su parte, el BCE está contribuyendo activamente a una reducción del riesgo de naturaleza macroeconómica: estabilizando firmemente las expectativas de inflación, proporciona un ancla nominal para el conjunto de la economía. Esto es importante para todas las decisiones de solicitud y de concesión de préstamos, en particular para la financiación de proyectos de inversión a largo plazo.

En este contexto se puede entender nuestra decisión del pasado verano de preparar la realización de Operaciones Monetarias de Compraventa (OMC) en los mercados de deuda pública. Las OMC se centran en bonos con un vencimiento residual de hasta tres años, y están dirigidas a mantener la estabilidad de las expectativas de inflación a medio plazo evitando una disfunción muy perjudicial de la transmisión de la política monetaria.

El BCE solo puede contemplar estas operaciones si existen problemas serios en la transmisión de la política monetaria y condiciones estrictas y efectivas que estén incorporadas en un programa adecuado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

Esta condicionalidad es necesaria por dos razones.

En primer lugar, las OMC son un mecanismo de contención contra la especulación destructiva. No son un subsidio de financiación para los gobiernos. Las OMC deben eliminar únicamente la

parte del tipo de interés al que los gobiernos se financian que corresponde a expectativas infundadas de escenarios destructivos para la zona del euro.

No obstante, solo podemos considerar la posibilidad de estas intervenciones si el riesgo de determinadas políticas fiscales queda firmemente excluido. Ello requiere la certeza de que los gobiernos mantendrán la disciplina fiscal y que las reformas continuas corregirán las debilidades subyacentes. Solo una condicionalidad estricta y efectiva puede generar esta seguridad.

La segunda razón para la existencia de esta condicionalidad es que un programa del MEDE es un catalizador para las reformas. Puede cambiar las perspectivas económicas de un país hacia un mayor crecimiento potencial, complementando los esfuerzos de la política monetaria para ofrecer respaldo a la economía.

En los últimos meses hemos visto una relajación gradual de las condiciones de financiación. Las primas de riesgo de la deuda pública y privada han descendido. Los precios de las acciones se han recuperado. Las entidades de crédito han recuperado el acceso al mercado, y el dinero ha vuelto a los mercados de deuda europeos.

Las medidas del BCE han desempeñado un papel esencial en esta mejora, al igual que la actuación decidida de los gobiernos, los parlamentos y el sector privado. Todos ellos han de perseverar en estos esfuerzos con confianza. El BCE, por su parte, seguirá salvaguardando la estabilidad de precios, como lo ha hecho en los últimos trece años.

Permítanme volver brevemente a nuestra visión de Europa a largo plazo. Como saben, se entiende de forma generalizada que nuestra unión monetaria ha de complementarse con una unión financiera, una unión fiscal, una unión económica genuina y, eventualmente, con una mayor unión política.

El proyecto más urgente —la unión financiera— está tomando forma tangible. Está previsto que el BCE sea el supervisor único de una gran parte del sector bancario de la zona del euro. Estamos preparados para comenzar los preparativos internos tan pronto como el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo alcancen un acuerdo legislativo.

La propuesta para la adopción de un marco único de resolución también sigue su curso. Conjuntamente, estas dos reformas restablecerán la confianza en el sector bancario de la zona del euro.

Resulta también indispensable que completemos la unión económica creando las condiciones para que cada país encuentre su lugar en la economía de mercado abierto que es la zona del euro, y explote sus ventajas comparativas para generar empleo y crecimiento.

Este es el significado de una unión económica con un buen funcionamiento, que solo se hará realidad si recuperamos la competitividad en toda la zona del euro, mejoramos el funcionamiento de los mercados de productos y de trabajo, e invertimos en conocimiento e innovación.

La idea de «contratos negociados de competitividad y crecimiento» o «contratos de reformas» podría ser muy útil a este fin, puesto que se centran en la adopción de medidas en ámbitos clave para la recuperación de la competitividad. También resultaría beneficiosa una revisión en profundidad de los mercados de productos y de trabajo para asegurar que sean compatibles con el funcionamiento de la unión monetaria.

Señorías, permítanme concluir. Hemos empezado el año con un entorno financiero más estable. Esto se ha logrado mediante los esfuerzos concertados de reformas que han sido adoptadas por los gobiernos y parlamentos nacionales y las actuaciones decididas de las instituciones europeas.

Como he mencionado al principio de mi intervención, todos los parlamentos nacionales de la zona del euro influyen en el funcionamiento de nuestra unión económica y monetaria. España desempeña un papel de primer orden en este proceso.

A lo largo de la actual fase de ajuste económico, la comunicación entre las autoridades europeas y nacionales y los esfuerzos de consenso a nivel nacional tienen una importancia crítica. Esta es la mejor forma de salvaguardar nuestra prosperidad colectiva en el futuro.

Muchas gracias por su atención. Ahora estaré encantado de escuchar sus opiniones y responder a sus preguntas.

Hoy nació el padre de la teoría de la evolución



Happy Darwin Day! February 12th marks the anniversary of Charles Darwin's birth. In celebration, I managed to dig up some little known details about his life.
I spoke with David Quammen, author of "The Reluctant Mr. Darwin: An Intimate Portrait of Charles Darwin and the Making of his Theory of Evolution" and his newest book, "Spillover: Animal Infections and the Next Human Pandemic." He told me some of the things he discovered while researching for "The Reluctant Mr. Darwin."
Take this for example: the last book Darwin published was about earthworms, and he was obsessed with the question of why men have nipples.
To learn more about the father of evolution via natural selection, check out the video above and/or click on the link below. And leave your thoughts in the comments section at the bottom of the page. Come on, talk nerdy to me!

Sigue la lista de víctimas de los desahucios

suicidio

Una pareja de jubilados se suicida tras recibir una orden de desahucio en Calvià

Palma.-Un matrimonio de jubilados se ha quitado la vida en su vivienda de Cas Català, en el municipio mallorquín de Calvià, después de recibir el aviso de que iban a ser desahuciados del domicilio por impago, según han dejado escrito en una carta.
Fuentes de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación del caso, han confirmado que la pareja explicaba en una nota que habían tomado la decisión de suicidarse acuciados por la pérdida de su casa. Al parecer, la pareja debía la entidad bancaria la cantidad de 65.000 euros.
Uno de los hijos del matrimonio ha encontrado sin vida al hombre, de 68 años, y a su esposa, de 67, en su vivienda de la calle Barranc de Cas Català en torno a las 14.20 horas, y ha avisado a los servicios de emergencias. La pareja tenía dos hijos, un varón que vivía con ellos y una hija que reside en otro domicilio.
En un primer momento se han desplazado hasta el lugar personal sanitario y bomberos, pero solo han podido constatar el fallecimiento de la pareja.
Según los primeros indicios, los jubilados se han suicidado mediante una ingesta masiva de medicamentos, aunque como es preceptivo se les practicará la autopsia para determinar con exactitud las causas del fallecimiento.
El servicio de coordinación de emergencias 112 ha puesto un psicólogo a disposición de la familia.

SÍ SE PUEDE: Sólo unas horas antes habían dicho que no de ninguna manera

El PP da marcha atrás y apoyará la admisión a trámite de la ILP sobre la dación en pago

La iniciativa legislativa popular ha sido respaldada por 1,4 millones de firmas

MADRID.-El Partido Popular da marcha atrás y votará a favor de la admisión a trámite de la iniciativa legislativa popular (ILP) que solicita la dación en pago retroactiva, la moratoria de todos los desahucios y la promoción del alquiler social. La iniciativa, promovida entre otros por CC.OO., UGT y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, ha conseguido 1,4 millones de firmas. Lo ha anunciado el portavoz del Partido Popular, Alfonso Alonso, pasadas las seis de la tarde en una breve intervención sin preguntas después de que esta mañana dijera que iban a votar en contra. Ahora se tendrá que debatir en el Congreso.
Por la mañana, Alonso había explicado que iban a votar que "no" porque no estaban de acuerdo con algunas de las medidas que propone el texto, entre ellas, una dación de pago universal retroactiva.
El portavoz del PP en el Congreso había argumentado también que la admisión a trámite de la ILP podía retrasar la tramitación como proyecto de ley del real decreto aprobado por el Gobierno sobre los desahucios y que las propuestas de la iniciativa popular podían "incorporarse" a través de enmiendas.
Lo que había ofrecido Alonso esta mañana es que la nueva ley sobre los desahucios llevara el nombre de la ILP en reconocimiento al esfuerzo de los promotores.
La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, calificó antes de conocer el cambio de voto de "ofensivo" que el PP planee poner el título de su iniciativa legislativa popular (ILP) contra los desahucios al proyecto de ley sobre el mismo tema que promueve en el Congreso, pero sin incorporar sus contenidos.
Antes de saberse la decisión del PP de votar en contra, Colau aseguró que supondría una "falta de democracia" que el Congreso rechazara debatir la iniciativa respaldada por 1.402.854 firmas.
Tras reunirse este martes con el grupo parlamentario del PP para intentar que cambie su posición y esta tarde vote a favor de la admisión a trámite de su ILP, Colau se ha mostrado decepcionada y ha asegurado que los argumentos utilizados por los populares son "francamente pobres" y "una burla a la movilización ciudadana".
Colau se ha mostrado escéptica ante los resultados de la legislación que tramita el Parlamento, ya que implica ampliar "un poquito" los requisitos fijados ahora para poder beneficiarse de la paralización de un desahucio durante dos años, aunque el procedimiento de ejecución hipotecaria continúa en marcha y el afectado puede perder su casa.
De cara al futuro, la portavoz ha indicado que continuarán defendiendo una ILP que tiene "plena vigencia" y mantendrán la movilización social para detener desahucios, obligar a los bancos a negociar daciones en pago y defender derechos fundamentales.
Por su parte, los grupos parlamentarios del PSOE e IU han emplazado al PP a reconsiderar su postura contraria a admitir a trámite la iniciativa legislativa popular sobre desahucios.
Tanto la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, como el de Izquierda Plural, Joan Coscubiela, han coincidido en lanzar ese llamamiento al PP en la rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Portavoces, para que no "deje sin voz" a esos miles de ciudadanos que han secundado la iniciativa.
Rodríguez ha recordado que el PSOE ha cedido su cupo para que pudiera entrar en el debate de este martes esta ILP y que defenderá su admisión a trámite porque considera necesario modificar la legislación de desahucios, como han propuesto también en varias iniciativas.
En una de esas iniciativas sobre la dación en pago, ha explicado Soraya Rodríguez, los socialistas piden que quienes han perdido su vivienda y "hoy están en la calle" puedan tener un nuevo juicio, una "segunda oportunidad" ante el juez, que pueda eximirles del pago de la deuda hipotecaria pendiente por su nueva situación.
En ese sentido ha pedido al PP que reconsidere su posición y no impida la admisión a trámite de esta iniciativa legislativa popular en la que "muchos ciudadanos han puesto su firma" para despertar "las conciencias ante este drama social".
Por su parte, Coscubiela ha destacado que va a ser un "día nefasto para la democracia" porque se va a "abortar el trabajo de millón y medio de personas" coincidiendo con el "desembarco oscurantista" del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en el Parlamento español.
En este sentido, ha emplazado al PP a que apoye la ILP sobre desahucios esta tarde y ha avanzado que si no lo hace Izquierda Unida seguirá planteando "alternativas reales" para solucionar el drama que sufren miles de familias.
Para Coscubiela la propuesta del PP es un "placebo" y una "trampa" porque propone un "traje a medida para los bancos".
"Vamos a combatir esa actitud absolutamente injusta e insensible y lo haremos con propuestas y denunciando que si el PP no apoya esta iniciativa es a los intereses de las familias contrapone los de los bancos y los mercados hipotecarios", ha concluido.
Coincidiendo con la votación de la propuesta para la dación en pago, el Congreso también debate la toma en consideración de la regulación de la fiesta de los toros como bien de interés cultural, que parece podría salir adelante. Esta iniciativa que fue presentada por la Federación de Entidades Taurinas, ha recabado unas 590.000 firmas de apoyo.
 

Los usos nada democráticos de un politicastro italiano

Draghi: "Sé que los ciudadanos lo están pasando mal"

Asegura tras su reunión a puerta cerrada en el Congreso que España "va por el buen camino" porque "su sistema de recuperación económica es el más avanzado de la eurozona"

 Madrid.- 
"He venido a escuchar lo que tenían que decir los parlamentarios. He venido para reconocer todos los esfuerzos de los ciudadanos". El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi quiso lanzar un guiño a la misma ciudadanía a la que negó la posibilidad conocer en directo lo que tenía que decir a los miembros del Congreso de los Diputados y felicitó a los españoles por los "enormes esfuerzos realizados".
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, es recibido por gran número de periodistas, antes de su comparecencia a puerta cerrada con los grupos parlamentarios en el Congreso.Después de la comparecencia a puerta cerrada, con inhibidores de móviles incluidos para que no se filtrase nada al exterior, su mensaje llegó en una corta rueda de prensa en la que apenas respondió unas pocas preguntas. Draghi se mostró empático con la difícil situación económica en España: "Soy consciente de que la situación económica y social es difícil y que los ciudadanos lo están pasando mal. Pero España va por el buen camino: su sistema de recuperación económica es el más avanzado de la eurozona".
Draghi dijo que en su comparecencia trasladó a los diputados que "hay señales positivas" que demuestran que "España va por el buen camino", como la mejora de la exportación, la "casi" desaparición del déficit por cuenta corriente, el aumento de la competitividad o los resultados que ya se empiezan a ver de algunas de las reformas estructurales como la del sistema financiero. 
Draghi advirtió, no obstante, de que aún queda mucho por hacer. "España aún no ha podido lidiar con la dualidad del mercado laboral, hay que progresar en el ajuste fiscal y en materia de competitividad. Estamos hablando de un camino muy complejo. Es muy importante que en el terreno fiscal haya un plan fiscal a medio plazo, con información detallada de cuáles vana  ser los recortes y los aumentos de impuestos. Esto es vital para mantener el acceso a los mercados y para mantener la credibilidad".
Antes, durante su comparecencia a puerta cerrada en el Congreso, de cuyo contenido ha informado ICV a través de varios vídeos colgados en YouTube, el banquero lanzó un mensaje más o menos parecido y reconoció que aún no se detectan señales positivas. "Pese a estas señales de mejora, el ajuste aún no está produciendo efecto visible en la vida diaria de las personas. Por ello, la frustración de algunos sectores de la población es comprensible. Los esfuerzos de las reforma tardan tiempo en mostrarse".

Los servicios del Congreso han cortado esta mañana la señal wi-fi y han utilizado inhibidores de frecuencia para limitar el funcionamiento de las líneas 3G. Todo con un objetivo: evitar que las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, a sus señorías trasciendan más allá de la reunión que se celebraba a puerta cerrada y sin taquígrafos.
La decisión del Congreso de bloquear el acceso a la red durante la comparecencia de Draghi ha cogido por sorpresa a los diputados de la Izquierda Plural que habían anunciado su intención de retransmitir en directo las palabras del presidente del BCE a a través de una web creada para la ocasión.
El bloqueo digital impuesto en la Cámara Baja ha causado un caos entre los periodistas acreditados, que han tenido que seguir haciendo su trabajo sin conexión a internet, con dificultades para utilizar sus teléfonos móviles y sin señal de ningún tipo para poder comunicarse con el exterior. Tan solo la red wi-fi de la agencia Efe ha seguido funcionando mientras Draghi estaba en el Congreso de los Diputados. Esta crónica ha sido dictada desde un teléfono público, dado que la señal va y viene y no permite realizar el trabajo correctamente.

En 2009 ya se sabía ésto sobre Ratzinger

 El error Ratzinger se agiganta

Pocos confían ya en Benedicto XVI - Sus anacrónicas decisiones muestran un Papa rodeado de una curia inoperante e incapaz de conducir la maquinaria vaticana

Miguel Mora  No se apaga el tam tam de los tambores. Tras su periplo africano y la encendida polémica sobre el sida y los preservativos, afirmar que Joseph Ratzinger es un papa cada vez más cuestionado es una obviedad. Fuera de la Iglesia, no cesan las críticas y los ataques. En Francia y Alemania, las encuestas entre católicos registran ya la palabra "dimisión", y Gobiernos, ciudadanos y ONG dejan ver su abierto descontento.
Dentro del Vaticano, las cosas están igual. O peor. El Papa alemán fue elegido por los cardenales por su alta inteligencia. Pero, como dice el veterano vaticanista y escritor Giancarlo Zizola, "estos primeros cuatro años de papado sugieren que, por mucho que su inteligencia sea finísima, no le llega para gobernar la Iglesia".
"Ratzinger es un prisionero de la curia, vive en una especie de Aviñón en patria, alejado de los episcopados nacionales, sin más apoyo que el de su pequeña camarilla", explica Zizola, autor del libro Santità e potere. Dal Concilio a Benedetto XVI. El Vaticano visto dal interno. Filippo di Giacomo, sacerdote y periodista, 11 años de misionero en el Congo, hoy juez vicario en Roma, cree que la crisis que vive el Vaticano "refleja una enfermedad crónica desde hace siete siglos: su sistema de Gobierno no funciona ni es colegial". "La curia moderna es una maquinaria gigantesca, inoperante e inútil. Hay 35 cardenales en Roma. Están divididos en grupos, enfrentados, y se dedican a conspirar y a cooptar afines por los pasillos", señala Di Giacomo.
Se trata de una batalla en toda regla, en la que los bandos se mezclan y se confunden. La revuelta estalló con el perdón a los obispos lefebvrianos. Un grupo amplio de obispos y teólogos moderados y conciliares (alemanes, franceses y latinoamericanos, sobre todo), hartos de no ser tenidos en cuenta, hizo ver su descontento al Papa. En respuesta, éste reprendió a la curia por no actuar de forma "colegiada y ejemplar".
Zizola recuerda que Wojtyla intentó obviar una fractura que ya existía a base de carisma y comunicación. Su papado creció con la televisión y se convirtió en una especie de Show de Truman, la primera encíclica catódica: le vimos envejecer, derribar el muro de Berlín, sufrir atentados, viajar, besar los suelos del planeta varias veces, agonizar en directo. Pero tampoco él fue capaz de reformar el sistema de gobierno. "Prefirió escaparse de Roma y tapar la crisis de la Iglesia y el vacío de gobierno", dice Zizola.
Mientras Wojtyla viajaba, Ratzinger estudia y escribe. Mucho más aislado y a la defensiva, el Papa soporta mal que le lleven la contraria. Su carta a los obispos reveló que le disgusta sobre todo el desamor, la intriga, "el odio y la hostilidad". Su texto dibuja a una curia conspiradora, que aspira a mandar tanto o más que él, que mueve los hilos en la sombra, que filtra noticias, escondiendo la mano, para hacerse valer. La peculiar sensibilidad de Ratzinger es una parte del problema. ¿Se trata de un "pastor alemán" como tituló Il Manifesto cuando fue nombrado, o "un cordero en medio de los lobos", según la expresión del Evangelio de Mateo?
Di Giacomo despachó con él a menudo cuando dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe: "Le puedes decir cualquier cosa, siempre que no subas la voz. Si la elevabas medio tono, ponía su extraña sonrisa, cerraba el cuaderno y se marchaba. Delante de él no se puede ofender a nadie. Es un democristiano bávaro, y los democristianos bávaros son raros. Pueden tener ideas avanzadas, pero si los demás no les siguen, se asustan y frenan. Ratzinger es cualquier cosa menos un aventurero. Por eso se fue de la Universidad de Tubinga el día que se encontró a los estudiantes protestando tirados en el suelo. Es un monje, y nadie le ha dicho a tiempo que el mundo mediático no es un aula universitaria".
En un texto publicado por la revista religiosa Il Regno, Zizola ha recordado que en 1965 el obispo brasileño Helder Camara anunció al mundo durante el concilio la reforma de la monarquía pontificia, creando un senado compuesto por cardenales, patriarcas y obispos, elegidos por las conferencias episcopales, para ayudar al Papa en el gobierno y convocar cada 10 años un concilio ecuménico.
La reforma nunca se hizo. La curia, la corte púrpura, ese ente invisible y lujosamente vestido, cuyo poder sobrevive a los papas, jamás aceptó la democratización. Hoy, dentro de la curia, nadie se fía de nadie. Por un lado están los influyentes hombres "del servicio", como se autodenominan los diplomáticos de la secretaría de Estado que dirige Tarcisio Bertone, el único que despacha a diario con Ratzinger; por otro, los intelectuales orgánicos (periodistas, profesores, juristas, rectores...), unos papistas y muchos no; y luego está la variopinta macedonia cardenalicia y episcopal que dirige los dicasterios: nueve congregaciones, 11 consejos pontificios, tres tribunales, tres oficinas. "En los dicasterios están los casos piadosos", dice Filippo di Giacomo."Desde Pablo VI, el Papa que internacionalizó la curia y la llenó de excelencia con los mejores cerebros de ese tiempo, la decadencia del equipo de gobierno ha sido imparable. Wojtyla llegó a Roma en 1978 lleno de odio contra la curia, porque nadie escuchaba a los obispos del este de Europa, y se trajo a todos los fracasados, a los que no servían a las diócesis", cuenta Di Giacomo. "López Trujillo, Castrillón Hoyos, Martínez Somalo, Martino, Barragán, Milingo... Gente insignificante. Luego hizo obispo a su secretario, y le dijo: 'A estas bestias trátales tú".
¿Podrá este Papa más tímido aún apaciguar a ese rebaño de "gálatas que muerden y devoran"? Según Zizola, "el Papa trabajó durante el Concilio en la frontera de la renovación y sabe que el gran problema es la nula participación de los obispos en el gobierno de la Iglesia. Algunos cardenales recuerdan que los obispos eran consultados más a menudo en la época de Pío XII, antes del Concilio, que actualmente".
Cerca del Papa, coinciden Zizola y Di Giacomo, está el desierto. Cuatro monjas estadounidenses que dirigen el departamento informático y evitan que los hackers entren en la web. Su secretario, el guapo, alto y bávaro Georg Genswein, considerado un cero a la izquierda -"Es un cretino", afirma sin tapujos un miembro de la curia-. El portavoz, el amable jesuita Federico Lombardi, y sus dos ayudantes, que no dan abasto a apagar fuegos, y que según se dice serán sustituidos en junio.
Los hombres de confianza son aún menos. El cardenal alemán Lehman, que culpó del desastre Williamson a los mensajeros; Bertone, el secretario de Estado, que también dejará su sitio pronto por edad. Antonio Cañizares, prefecto de la estratégica, según la visión de Ratzinger, Congregación para el culto divino. Y el lituano Audrys Juozas Backis, que suena para sustituir a Bertone. Demasiado poco para un hombre de 81 años con una enorme carga de trabajo. "El grado de complejidad del cargo, con 1.100 millones de católicos, 6.000 obispos en activo, relaciones ecuménicas e interreligiosas, viajes, encíclicas, y relaciones de Estado, es insostenible para un hombre solo, inteligente como Ratzinger o carismático como Wojtyla", dice Zizola.
Por eso hay muchos obispos en guerra. Mientras Ratzinger salta de un pantano a otro, la iglesia moderada, progresista y conciliar no aguanta más. Según Zizola, el poder del Opus Dei, como en tiempos de Wojtyla y Navarro Valls, sigue siendo enorme. Di Giacomo no cree que sea tanto. Pero la máquina de enredar está en marcha. Con el perdón a los lefebvrianos, el Papa ha despreciado a las corrientes de signo opuesto, especialmente a la Teología de la Liberación, que él mismo frenó hace 25 años. Al fondo, se habla ya de un posible sustituto, el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Pero eso lo decidirá la curia.

Interesante opinión sobre Benedicto VXI

EDITORIAL

Innovación y renuncia

Benedicto XVI, que llegó con claras banderas conservadoras, chocó contra el inmovilismo

El País 12 FEB 2013
La renuncia de Benedicto XVI al pontificado es un innovador jalón en la historia del Vaticano. Ninguno de los más de 250 papas que se han sucedido en Roma renunció tan voluntaria y libremente como lo hará Joseph Ratzinger. Tampoco ninguno de ellos se ha retirado con un comunicado tan cargado de dignidad y verdad con el que pondrá fin a un papado corto —de transición, se dijo en su momento—, pero tan intenso, turbulento y, en cierta forma, innovador debido a la necesidad de afrontar uno de los mayores escándalos que ha salpicado a la Iglesia católica moderna: la pederastia.
Ratzinger accedió al papado con unas nítidas credenciales conservadoras. Fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (la antigua Inquisición) durante más de dos décadas y rechazó las innovaciones del Concilio Vaticano II. Como sucesor de Juan Pablo II se apresuró a proclamar innegociables la familia, la indisolubilidad del matrimonio, el celibato sacerdotal, el repudio al aborto, el divorcio y las uniones entre homosexuales. Durante sus casi ocho años como sumo pontífice ha cumplido con las expectativas de todos los que esperaban el inmovilismo de la ortodoxia. Ha criticado al islam, ha regresado a la liturgia de la misa en latín, ha levantado la excomunión que pesaba sobre los lefebvrianos (la extrema derecha católica francesa) y ha clamado de forma inoportuna contra el uso de los preservativos en su primer viaje a África, el continente más severamente castigado por el sida.
Pero Joseph Ratzinger es un teólogo, un intelectual riguroso difícil de etiquetar con simpleza. Procedente de una Conferencia Episcopal, la alemana, que es la que más claramente distingue entre poder terrenal y religioso, Benedicto XVI ha mantenido actitudes que han molestado a los sectores más radicales. Su primera visita a España fue un jarro de agua fría para las expectativas de la Conferencia Episcopal Española, que quiso instrumentalizarla para atacar el proyecto de matrimonio homosexual de Rodríguez Zapatero. A su regreso a Roma fue destituido sin contemplaciones el portavoz Joaquín Navarro-Valls.
Sin duda es la lacra de la pederastia de sacerdotes y jerarcas la que ha marcado su papado y ha llevado a Benedicto XVI a tomar las decisiones que menos esperaban los más ultraconservadores. Llegado al solio pontificio un año después de que estallara el primer escándalo en EE UU, esa bomba de efectos retardados le estalló desde el principio, tras décadas de abusos sistemáticamente ocultados por la curia y por Roma. Frente a los que clamaban por mantener el silencio, Benedicto XVI rompió con el ocultamiento impuesto por su predecesor, pidió perdón por los pecados cometidos y en una histórica visita a Malta prometió que los culpables serían entregados a la justicia secular.
Fue un giro copernicano que probablemente esté en consonancia con su rigor intelectual y doctrinal, y contra el que todavía se revuelven muchos estamentos de esta anquilosada institución. En ellos podría hallarse una parte de la razón de su creciente aislamiento en el Vaticano, lo que sería una paradoja de la historia, como lo es su propia renuncia (en latín) y su posterior retiro espiritual a un convento de monjas. Porque es una muestra del poder innovador que en ocasiones ofrece la más estricta ortodoxia y el regreso a los principios. La misma partida antes de tiempo es una señal inequívoca de responsabilidad hacia una curia envejecida.
Como él mismo dice en su despedida —una irrupción de modernidad en un espacio más que tradicional— es de esperar que los cardenales sepan elegir sabiamente al nuevo pontífice. En ello se juegan el futuro de una Iglesia en crisis y hoy en manos del inmovilismo.

Mensajes sin clave

 
 

¿Los jóvenes empiezan a quitarse las legañas de la indiferencia?

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B. Talegón, la joven que sacó los colores al socialismo: "Los partidos son máquinas de contratar gente a dedo"

El Huffington Post  |  Por Daniel Basteiro

Beatriz Talegón vive el éxito de su rapapolvo a la élite del socialismo con sorpresa. "Es lo que dicen los jóvenes en los bares, en las plazas, en cualquier reunión de amigos", dice a El HuffPost. Pero no es el mensaje que se escucha en público desde el PSOE u otras formaciones socialistas que recientemente se reunieron en Cascais (Portugal) para una conferencia de la Internacional Socialista.
Allí, Talegón criticó que destacados dirigentes del socialismo internacional preparasen una "revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo". Como secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas (IUSY), criticó la distancia de la socialdemocracia con los jóvenes. "Lo que debería dolernos es que ellos están pidiendo democracia... y nosotros no estamos ahí", dijo Talegón. "No nos queréis escuchar", reprochó.
Su intervención, grabada y difundida en vídeo, triunfa ya en las redes sociales y ha sido objeto de cobertura mediática en Portugal, donde dio su discurso. También comienza a serlo en España tras la columna de Maruja Torres en El País, titulada El grito.
"La izquierda está ahora al servicio de las élites, baila con el capitalismo, es burocrática", asegura la joven militante. "Ha perdido completamente el norte, la ideología, la conexión con las bases... y eso es algo que la izquierda no se puede permitir", dice esta joven de 29 años, con estudios de Derecho y vinculada a la cooperación y el desarrollo.
Según ella, son "los cuatro que tienen mucho poder" los que impiden todo debate de ideas y "presionan y extorsionan" a los críticos. Esos "cuatro" están en la cúpula del PSOE, según ella. Y, de momento, permanecen callados. "He recibido felicitaciones, algunas de cargos del partido en privado, pero en general han respondido con el silencio. Supongo que es muy delicado reconocerlo porque los pone contra las cuerdas", argumenta.
¿Qué necesita la izquierda para "dejar de perder votos", según ella? Para empezar, recuperar las ideas, pero cambiar también a las personas. En asuntos como la corrupción, "personas que han estado ahí toda la vida no pueden cambiarse de chaqueta para dar una imagen distinta". "Se dan discursos que no significan nada, pero la gente es muy inteligente". Por eso "se pierden elecciones, una tras otra".
¿Quién representa en el PSOE esa renovación que reclama Talegón? "Nadie. Ahora mismo no veo a ningún líder capaz", lamenta, asegurando que no es ni partidaria de Alfredo Pérez Rubalcaba ni de Carme Chacón. Pero sí hay "equipos jóvenes, savia nueva, capaces e integradores" esperando a poder expresarse y cambiar las cosas. Si no lo hacen más es "por miedo a represalias. Los partidos se han convertido en máquinas de contratar a gente a dedo y eso crea súbditos que nunca criticarán", asegura.

Vamos conociendo mejor que ha movido al Papa a anunciar su renuncia

 La corrupción y las intrigas derrotan a Ratzinger

La dimisión se lleva rumiando tres años

Juan G. Bedoya- Madrid- 12 FEB 2013 En la papolatría al uso, suele creerse que el Papa es más pequeño que Dios pero más grande que el hombre. La consecuencia es pensar que nadie hay más poderoso que el Pontífice romano, y que para apuntalar a la Iglesia católica hay que glorificarlo sin pausa. Roma locuta est, causa finita est, se decía en la Edad Media, cuando todos los eclesiásticos sabían latín y daban por sentado que lo que se había decidido en Roma era un asunto concluido.
El obispo de Roma ya era el sucesor del emperador Constantino, y no del pobre y analfabeto pescador Pedro. Hoy todo ha cambiado, sobre todo en la Curia (Gobierno) de Roma, donde anidan todos los poderes de esa poderosa confesión. Lo ha sufrido Benedicto XVI, que ayer se declaró vencido.
Su dimisión la llevaba rumiando desde hace tres años, si se toman al pie de la letra sus declaraciones al periodista alemán Peter Seewald, de marzo de 2010. Dijo entonces: “Si el Papa llega a reconocer con claridad que no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”.
El todavía papa Ratzinger lleva años enfermo y débil, pero no dimite por ninguna de esas dos razones. Lo hace porque las circunstancias le hacen sentirse incapaz de cumplir con su oficio. Se va derrotado por el cargo. “Apacible pastor rodeado de lobos”, según expresión del periódico de la Santa Sede, L'Osservatore Romano, y, al frente de una organización “devastada por jabalíes” (en sus propias palabras), su gestión es un rosario de decepciones.
Por empezar por el asunto más grave, el de la pederastia, Benedicto XVI llegó con la orden de apartar de sus cargos a los encubridores, pero han pasado los años sin haberlo logrado. Hace apenas una semana, la archidiócesis de Los Ángeles ha despojado al cardenal Roger Mahony de toda su actividad pública después de que la Iglesia se viera obligada a hacer públicos los documentos que prueban que el cardenal encubrió a los curas que abusaron de menores trasladándolos de parroquia en parroquia y evitando que acudieran a terapia para que los psiquiatras no pudieran alertar a las autoridades.
Fue en 2007 cuando se acordó que la Iglesia de Roma iba a entregar esos documentos, donde constan 500 víctimas de abusos e indemnizaciones por 660 millones de dólares (494 millones de euros). La mano derecha de Mahony, Thomas Curry, también ha tenido que renunciar a su cargo al frente de la Iglesia en Santa Bárbara (California) tras saberse que en los expedientes queda claro que protegió a los abusadores junto al cardenal.
La resistencia a cumplir sus órdenes ha debido doler de forma especial al anciano Ratzinger, porque llegó al cargo con la promesa de actuar con energía. En 2005, los cardenales tomaron pronto la decisión sobre el sustituto de Juan Pablo II. La Iglesia estaba sumida en una grave crisis de prestigio, y la solución exigía conocimiento del problema y mano firme. Ratzinger era el hombre. Había sido hasta entonces presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisición) y había presentado su candidatura en un vía crucis con rezos que parecían un programa de gobierno. En la novena estación, Ratzinger clamó: “¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar entregados al Redentor! ¡Cuánta soberbia! Kyrie, eleison. Señor, sálvanos”.
Ocho años más tarde, el clamor por la suciedad continúa. “Esa gran crisis afecta al sacerdocio, que apareció como un lugar de vergüenza. Cada sacerdote se vio de pronto bajo sospecha”, volvió a decir en 2010. Se une ahora el escándalo del espionaje (Vatileaks); los enfrentamientos entre cardenales con poder y la resistencia a hacer cumplir sus órdenes, incluso en torno a la depuración de los Legionarios de Cristo, cuyo fundador, Marcial Maciel, se movió durante décadas como pez en el agua por Roma.
Las denuncias contra Maciel llegaron a la mesa del Papa polaco durante años. También las conocía el alemán Ratzinger. Las despreciaron. Maciel llenaba estadios de fútbol en los viajes del líder católico. Aquella protección ensombrece la beatificación de Juan Pablo II y ha amenazado la credibilidad de Ratzinger, elegido papa en 2005 y que no tomó medida alguna contra los Legionarios hasta mayo de 2006.
Suele decirse que ni Juan Pablo II ni Ratzinger supieron de las correrías de Maciel. No es verdad. La primera demanda contra el fundador legionario la presentaron en Roma siete de sus víctimas en 1998, pero los abusos sexuales del fundador legionario ya habían sido investigados entre 1956 y 1959 y durante todo ese tiempo vivió expulsado de Roma.
Benedicto XVI se ha enfrentado, además, a sus seguidores más acérrimos, los conservadores. No es que se haya convertido de pronto a la modernidad, pero su idea de que “la Iglesia no debe esconderse” le permitió abordar asuntos que otros prelados consideran vedados. Un ejemplo fue el de los preservativos. Benedicto XVI es partidario de su uso “en algunos casos”. Sorprendidos, la idea fue matizada hasta por los obispos españoles.
El Papa, seguro de sí mismo, zanjó la polémica con la afirmación de que lo dicho por él “no necesita aclaraciones”.
El último incidente es de la semana pasada, cuando el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo de la Familia, defendió la familia tradicional, reconociendo, sin embargo, derechos para las parejas de facto, homosexuales o no. Al día siguiente fue obligado a rectificar, pese a creerse que lo dicho antes contaba con la idea papal de dejar que el poder civil arregle los problemas de derechos humanos que no puede resolver la doctrina católica. “El legislador debe responder a exigencias que antes no existían”, había proclamado el mismo día el cardenal Rino Fisichella, responsable del ministerio papal de nueva creación con el nombre de Nueva Evangelización.
Nunca pudo librarse Ratzinger de su pasado como gran inquisidor romano. Desde la izquierda eclesial —sobre todo entre los teólogos y sacerdotes de las iglesias populares— , se le ha tenido siempre como un conservador, inflexible en la ortodoxia, y como un freno a medidas innovadoras, pero tampoco la derecha le ha comprendido, acusándole de ser demasiado débil.
Benedicto XVI deja el pontificado con un legado doctrinal mediocre si se tiene en cuenta que está considerado por sus admiradores como uno de los grandes teólogos contemporáneos. Ha escrito tres encíclicas, de las que destaca la última, de 2009, que títuló Caritas in veritate, sobre el desarrollo de los pueblos y las desigualdades sociales, todo ello al principio de la actual crisis económica.
Su segunda encíclica, de 2007, Spe salvi, recuerda a los cristianos que “solo puede ser Dios” el que funde la esperanza en la vida eterna, capaz de resistir “a pesar de todas las desilusiones”. Añade que “la ciencia puede contribuir mucho a la humanización del mundo” pero también tiene la capacidad de “destruir al hombre y al mundo”.

lunes, 11 de febrero de 2013

La palabra de un verdadero experto liberal en el Vaticano

Un gesto que rescata y ennoblece al Papa

Por: | 11 de febrero de 2013
Conocí al Papa alemán, Benedicto XVI, cuando era aún el joven teólogo, Joseph Ratzinger, asesor del progresista episcopado alemán, durante el Concilio Vaticano II. Hace ahora 50 años.
Ratzinger tenía entonces 35 años y era una estrella de la teología. Yo era un joven periodista que cubría el Concilio.
Ratzinger joven teólogoVolví a encontrar a Ratzinger como cardenal y Prefecto de la Congregación de la fe. Ya se había convertido y era un cardenal conservador que acabó condenando al silencio a buena parte de la inteligencia teológica de aquel momento, entre ellos al franciscano brasileño, Leonardo Boff, a quién yo esperé en la puerta del ex Santo Oficio, la mañana en que fue procesado y condenado por Ratzinger.
El cardenal alemán, inteligente, buen teólogo, agudo, pero intransigente con la modernidad, acabó eligiéndose el sucesor del carismático Juan Pablo II. Los cardenales lo eligieron después que él mismo les había convencido de que Europa se estaba descristianizando y que hacía falta un Papa con pulso que hiciera frente a aquella sangría de fe.
Ratzinger no tenía el carisma de su antecesor. Al revés. Fue siempre reservado y se le advertían los esfuerzos durante los viajes para imitar aunque sin éxito los gestos populares del papa polaco, actor de profesión antes de ser papa.
El breve pontificado de Benedicto XVI, de sólo ocho años no hubiese dejado huella a no ser por su gesto final, inédito prácticamente en la Historia de la Iglesia, sobretodo de los tiempos modernos, de renunciar a su cargo.
En su breve pontificado, una vez más el Vaticano se vio envuelto en escándalos que llegaron a la puerta misma de su despacho, alcanzando a su propio mayordomo.
Una serie de intrigas daban a entender que la Curia Roma estaba pensando ya en la sucesión y esta vez todo hacía pensar en que se tramaba la elección de un papa de nuevo italiano.
Benedicto XVI (2)El Papa les ha cogido de sorpresa. Les ha dejado de alguna forma al desnudo. Y ahora va a obligar a la Iglesia a repensar muchas cosas.
Me acaban de preguntar para una radio de España cómo considero el gesto de Benedicto XVI. Lo defino con una palabra: revolucionario, conocida la mentalidad de la Iglesia. Un gesto que yo que siempre he sido crítico del teólogo Ratzinger primero y del papa Ratzinger después, considero que lo rescata y lo ennoblece.
Lo rescata de todas las críticas que le han sido hecho. Se le llegó a acusar de haber manipulado a los cardenales del cónclave para hacerse elegir. Y ha sido, curiosamente, el único papa que ha acabado dejando el poder.
En la vida de cualquier persona, un sólo gesto, puede contenerla y rescatarla. Puede rescatarla hasta de errores y tropiezos pasados. Es sintomático y debería hacer pensar que el papa más conservador de los últimos tiempos, ha llevado a cabo un gesto tan progresista como el dejar el papado antes de morir, algo que todos sus antecesores recientes, mucho más enfermos y debilitados que él al final del pontificado, no tuvieron el coraje de hacer.
Un gesto que lo ennoblece. Y que lo ennoblecería aún más, si ese anuncio que ha hecho de que desea ahora “seguir sirviendo a la Iglesia en el silencio de la oración”, empezara a ponerlo en práctica antes aún del nuevo cónclave, dejando esta vez a los cardenales la total libertad de elegir, en un momento tan delicado para el mundo y para la Iglesia, de escoger a su sucesor sin que él actúe en la sombra para influenciar sus decisiones.
Benedicto XVI (3)No será fácil ya que es algo inédito un cónclave que elegirá al nuevo sucesor de Pedro, con su antecesor aún en vida. Sin contar que Benedicto XVI, con su gesto de lealtad a la Iglesia, ya ha adquirido una áurea de santidad que podría, queriendo, usarla para influenciar a los cardenales.
No acaso el primer papa que renunció al papado en 1296, Celestino V, acabó siendo reconocido santo por su gesto de renuncia al papado y por haberse dedicado después sólo a la oración.
De cualquier modo, benedicto XVI, tras su vida polémica como teólogo, ha concluido su papado dando a la Iglesia un ejemplo de desprendimiento que otros no supieron hacer.
Con su gesto, Ratzinger deja una huella y positiva en la Historia que no hubiese dejado si, al igual que sus sucesores, se hubiese
aferrado al cargo aún a sabiendas que su salud no le permitía ya hacer frente a los desafíos que tiene ante sí el líder de millones de católicos en el mundo.
El próximo marzo en que seguramente la Iglesia tendrá un nuevo papa, podremos saber si el gesto revolucionario de benedicto XVI ha influenciado y qué dirección las decisiones secretas del cónclave del que saldrá su sucesor.
El Papa Benedicto XVI
Juan Arias es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

Si, a ver cuánto


Y no se les cae la cara de vergüenza (claro, para eso deberían tenerla)

Un filósofo habla sobre la corrupción

Corrupción de baja intensidad

 José Antonio Marina
Este tipo de corrupción se extiende insidiosamente, penetra por todos los pliegues de la vida social o privada y acabamos por no detectarla y convertirnos en colaboracionistas.
La corrupción es a una democracia lo que la mixomatosis al conejo. Hay fenómenos sociales que solo se comprenden si se los estudia con técnicas epidemiológicas, porque se propagan como las infecciones víricas. La corrupción es uno de ellos. De la misma manera que un virus para sobrevivir tiene que colonizar células sanas, el corrupto, para mantenerse, necesita corromper a alguien. Todo corrupto es corruptor por necesidad. Hay dos tipos de corrupción: hard y soft, de alta o baja intensidad. La primera es delictiva, y por lo tanto debe ser perseguida mediante instrumentos legales y policiales. La segunda –la de baja intensidad- me preocupa más, porque se extiende insidiosamente, penetra por todos los pliegues de la vida social o privada y acabamos por no detectarla y convertirnos en colaboracionistas. Es la primera causa de la situación de aplanamiento, pasividad, anemia social que nos paraliza.
Esta semana he tenido que realizar trámites normales –cambio de contrato de luz, pagar un impuesto, enviar por tercera vez un documento a un juzgado- que han resultado incompatibles con un horario laboral normal. Falta productividad en todos los niveles. Los organismos no funcionan. Acabo de ver un reportaje sobre el Tribunal de Cuentas. Al parecer, presenta los informes con cinco años de retraso, sus miembros –que deben auditar a los partidos políticos- están elegidos por los partidos políticos. El Tribunal Constitucional acaba de pronunciarse sobre los matrimonios homosexuales después de siete años. Una consejera de Bankia declara que no sabía nada de finanzas pero cobraba 300.000 euros anuales por oír. La tragedia del Madrid Arena descubre una serie de chapuzas administrativas. Ante tal falta de rigor, de exigencia, ante esa relajación generalizada creo que no hay que reactivar la economía, sino que, previamente, tenemos que reactivarnos los ciudadanos.
Padecemos lo que he llamado “síndrome de inmunodeficiencia social”. El síndrome de inmunodeficiencia está bien descrito en los individuos: un organismo pierde su capacidad de defenderse contra un agente patógeno. Su sistema inmunitario deja de funcionar. Pero no está descrito en su dimensión social. Una sociedad puede también perder esa capacidad y volverse incapaz de aislar, combatir, neutralizar o expulsar los elementos dañinos. Sus defensas se debilitan, se hace más vulnerable y no reacciona ante el agresor que la ataca. La corrupción de cualquier tipo, la quiebra de la confianza en las instituciones, la desmoralización –en su doble sentido de falta de energía ética y de abundancia de comportamientos indignos–, son una prueba de que nuestra salud es precaria. No nos escandalizamos ya por nada.
Resulta peligrosa la facilidad con que todos nos habituamos a cualquier cosa, sometidos a un lento proceso de intoxicación.
El antídoto: reconocer lo que nos pasa, fortalecer nuestro sentido crítico y librarnos de una confusa tolerancia.

La gran pregunta del día

Hace un años, antes de su muerte, Carrillo nos dejaba este aviso

¿Volvemos a los tiempos del miedo?

La ciudadanía tiene que ponerse en guardia contra un posible peligro de involución

Santiago Carrillo
El 60% de los españoles estima que el juez Garzón es víctima de una persecución. Yo estoy entre ellos y aunque yo no lo soy tengo la satisfacción de saber que muchos reputados juristas piensan lo mismo. Pero lo más extraordinario es que más allá de nuestras fronteras, en Europa y América, por no decir en el mundo entero, la opinión pública también protesta la sentencia de nuestro Tribunal Supremo y los más prestigiosos medios de comunicación extranjeros la comentan con sorpresa y reserva.
En el caso del juez Garzón, se ha hecho un montaje sumamente aparatoso, tres juicios seguidos con cargos de lo más diverso, dando la impresión de que si no se le hundía en el primero lo sería en el segundo o en el tercero, no había escapatoria.
Consumado lo que tiene todas las apariencias de un error judicial, de una especie de caso Dreyfus a la española, comienza a levantarse una campaña en la que participan autoridades políticas y judiciales que pretenden cerrar la boca ahora a los que exponen dudas o críticas a esa sentencia. Se dice que estamos arruinando el crédito y la autoridad de uno de los poderes del Estado y que esto es un ataque a la Democracia como si se tratase de hacernos callar, de intimidarnos. ¿Es que acaso los ciudadanos no tenemos derecho a criticar la sentencia de un tribunal o cualquiera de las decisiones de uno de los poderes del Estado?
La condena a Garzón es otro síntoma de que   nuestra democracia está tocada
Eso es lo que sucedía en tiempos del juez Eymar, pero no lo propio de un Estado auténticamente democrático. Hasta ahora en este país hemos tenido amplia libertad para criticar a los poderes públicos. Cierto que las leyes aprobadas por el Parlamento, las sentencias de los tribunales, se han aplicado, pero unos y otros las hemos criticado con toda libertad y hemos reclamado su anulación en el ejercicio de un derecho ciudadano. Hasta aquí nadie ha ocultado sus opiniones. Hemos censurado seriamente, desde la derecha y desde la izquierda, lo que considerábamos errores del Gobierno de Rodríguez Zapatero sin que nadie se escandalizase.
Hemos puesto verde a la llamada clase política. Hemos denunciado el peligro del alejamiento entre las instituciones, los partidos políticos y el ciudadano en el curso de la crisis económica que tan intensamente sufre España. Hemos criticado algunas decisiones del Tribunal Constitucional. Últimamente, el CIS, en su encuesta de opinión, ha hecho público que el 70% de los españoles tienen poca o ninguna confianza en el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Un miembro de la familia real está bajo la seria imputación de un juez, y prensa y ciudadanos lo comentan libremente.
Y de repente se intenta cerrar la boca a los que consideran injusta la condena del juez Garzón, el hombre que procesó a Pinochet precipitando su caída, que apoyó a las víctimas de la opresión fascista en Argentina, que impulsó la causa de la rehabilitación de las víctimas del franquismo y a la vez persiguió eficazmente al terrorismo etarra, al narcotráfico, e hizo lo necesario para impedir prácticas de terrorismo de Estado defendiendo el Estado de derecho.
Se dice que Garzón violó la ley que solo admite las escuchas en los casos de terrorismo. Pero hay otros juristas, la Fiscalía del Estado, el juez Pedreira y muchos hombres de ley que aprobaron y aprueban la conducta de Garzón. Yo no soy abogado, pero pienso que la corrupción de la política por negociantes como los de la trama Gürtel ha hecho más daño al sistema democrático en España que el lacerante terrorismo de ETA. En definitiva, el Estado democrático se fortaleció luchando contra el terrorismo y ETA fue derrotada por las fuerzas de seguridad y, en definitiva, por la unión de todos los demócratas. Mientras que la corrupción ha hecho que los ciudadanos pierdan el respeto a los partidos políticos, a las instituciones y a la misma moral política, sin las cuales la democracia no funciona, suena a escándalo que la primera condena sea la del juez que inició la investigación de la trama Gürtel, que comprometió gravemente a miembros del partido que ahora gobierna.
Si se acepta generalmente que los políticos pueden llegar a corromperse, ¿cómo negar la posibilidad de que algunos abogados se dejen corromper y terminen colaborando con la trama de un delito de blanqueo de dinero, que fue la sospecha que originó la decisión de Garzón? Y por cierto, la experiencia de este proceso, a juzgar por su desarrollo hasta hoy, en absoluto ha impedido la labor de las defensas.
En las circunstancias que atravesamos, la condena del juez Garzón es también un síntoma de que la salud de nuestra democracia está tocada. Hay otros datos que acentúan la inquietud. En este país está creciendo el miedo y los españoles tenemos una larga experiencia de lo que puede ser el miedo como paralizante del espíritu cívico. Con más de cinco millones de parados, el Gobierno lanza una nueva reforma laboral que solo va a aumentar las rentas del capital para satisfacción de los bancos y a debilitar el poder sindical. Se engaña deliberadamente a los ciudadanos cuando se dice que a la larga eso creará empleo. Cualquier persona sensata sabe que una mayor rebaja de los sueldos reduce la demanda y eso provoca más paro. Pero se trata de crear la idea de que esto es una fatalidad contra la que a los ciudadanos no les queda más remedio que resignarse, lo que genera más miedo entre los que se sienten débiles.
Sobre ese estado de ánimo, el Gobierno piensa que será más fácil imponer medidas como las que la Iglesia dicte, las reglas de moral del Estado, aunque eso anule derechos humanos importantes.
Que la trama Gürtel y otras puedan quedar en la impunidad, como ha comenzado a suceder en el reciente juicio de Valencia, añade la sensación de desamparo.
Que la Academia de Historia, que parecía resignarse a corregir el diccionario de personalidades que negaba el carácter de totalitaria a la dictadura de Franco y justificaba su colaboración con el Eje fascista, de improviso anuncia que va a mantener la redacción primitiva, aumenta la sensación de que estamos retrocediendo.
Que se anuncia que criticar una sentencia como la impuesta a Garzón es una amenaza para la democracia o las intervenciones de la policía en la Puerta del Sol contra el 15-M, que hasta ahora no se habían producido, tiene que poner en guardia a la ciudadanía contra un posible peligro de involución. Hay que impedir que vuelvan los tiempos del miedo.

Santiago Carrillo fue secretario general del PCE y comentarista político.

Los gobiernos de Aznar y Zapatero alimentaron esta locura


El ladrillo abandonado

Miles de pisos a precio de ganga, bloques a medio hacer y millones de metros cuadrados sin salida en un mercado hundido están manos de bancos y cajas. Ahora los gestionará el recién creado banco malo.
El bluf del ladrillo ha dejado España plagada de promociones a medio construir, bloques y bloques de pisos en manos de los bancos porque los constructores no pudieron pagar los préstamos, y que ahora venden a precios de saldo. Mientras en Irlanda, que ha ido por delante en su batacazo, la entidad que aglutina estos activos tóxicos, el banco malo, ha decidido empezar a derribar parte de estos restos del naufragio, en España el Gobierno acaba de aprobar esta figura.
El rescate de Bankia y la admisión a trámite de la querella contra su consejo de administración describe el papel fundamental que ha jugado el afloramiento del riesgo del ladrillo para explicar su situación (ver recuadro). Quizá sea la Torre Foster en Madrid la que se ha convertido en el emblema del problema inmobiliario de Bankia. Se trata de uno de los cuatro grandes rascacielos construidos en Madrid que se han convertido en un hito arquitectónico de esta ciudad. Con sus 250 metros de altura y 45 plantas, la torre, que toma su nombre de su famoso arquitecto, Norman Foster, es el edificio más alto de España. Bankia la compró por 815 millones de euros. Hoy está vacía. Solo están siendo usadas tres plantas, y por la propia entidad.
Bankia se quedó también, por ejemplo, con el viejo campo del Valencia CF, el Mestalla, en el que podrán construirse viviendas, entre otros activos del club, para salvar la deuda de 250 millones de euros que el equipo tenía con la entidad financiera. En el negocio alrededor del futuro estadio, que se presentó como uno de los más innovadores del mundo, también se vieron implicados por las permutas de terrenos otras constructoras y los bancos que las financiaron. Esta revista desveló, por ejemplo, que algunos terrenos que se iban a cambiar para facilitar las recalificaciones fueron vendidos y comprados en poco tiempo y multiplicaron por nueve su valor en dos años sin poner un ladrillo. La última que compró fue la constructora Nozar, que pagó 72 millones de euros por unos terrenos que dos años antes habían sido comprados por 8. Nozar pagó los 72 millones cuando aún los suelos no habían sido recalificados a urbanos. ¿Qué entidades se arriesgaron a financiar semejante operación? La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Barclays. La inmobiliaria protagonizó posteriormente la segunda mayor suspensión de pagos de España.
Caja Madrid, hoy integrada en Bankia, creó Realia con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), donde incluyó sus inmuebles. Hoy Realia acumula 3,2 millones de metros cuadrados de suelo. Los activos tóxicos del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), el banco matriz de Bankia, ascienden a 48.785 millones de euros. El Banco de España ha calculado que el total de estos activos de todos los bancos y cajas asciende a 180.000 millones. Con gran diferencia, provienen de créditos a promotores inmobiliarios, no a particulares. Bankia ha estado, como tantas otras entidades financieras, ofreciendo pisos en sus sucursales con grandes rebajas de precio y buenas condiciones de financiación durante los últimos meses. Se ha convertido en la mayor inmobiliaria de España.
Caja Madrid también prestó 1.000 millones de euros para que el constructor Fernando Martín comprara Fadesa y creará Martinsa Fadesa. La sociedad fue la primera de las grandes inmobiliarias que entró en suspensión de pagos. Martinsa Fadesa fue uno de los gigantes del boom inmobiliario. Su dueño, Fernando Martín, tenía en sus manos una de las mayores reservas de suelo de España. En 2008 entró en concurso de acreedores, el mayor hasta ese momento en España, situación que superó el año pasado. Entre sus construcciones emblemáticas, más cerca del boom que de la situación de crisis, están las Torres Europa en Hospitalet. Pero más llamativo es el suelo que vende hoy día, que suma una cantidad de metros cuadrados impresionante. En Zaragoza tiene un millón y medio de metros cuadrados en dos grandes paquetes, casi un millón en Valladolid, 249.000 en Soria, 128.000 en Sevilla, 1,7 millones de metros cuadrados en Colmenar de Oreja, 2,5 millones en Manilva, 600.000 en Murcia, 956.000 en La Coruña... En total, los paquetes más grandes de suelo a la venta de esta inmobiliaria suman 8,5 millones de metros cuadrados.

Pero hoy, los grandes dueños de suelo son los bancos. Entre el que compraron directamente en la época del boom inmobiliario y el que se han tenido que quedar de los promotores a los que financiaban, las hectáreas que antes fueron de oro y que hoy tienen un dudoso valor, como se ha descrito en el caso de Bankia, son puestas a la venta en cantidades asombrosas por las entidades financieras. Un folleto de Altamira, la filial inmobiliaria del Santander, que cataloga el suelo finalista (es decir, listo para construir) a la venta, suma alrededor de dos millones de metros cuadrados, aproximadamente la misma superficie que la que tuvo en sus manos el famoso Pocero, Francisco Hernando, para construir su megaurbanización en Seseña (Toledo), en el límite con Madrid, donde podrían vivir 50.000 habitantes. Y eso que el suelo finalista es el menos problemático. La cartera de suelos que no están listos para construir es la que realmente supone un lastre.
Muchas de las viviendas del Pocero fueron vendidas con impresionantes descuentos por la misma filial del Santander y aún están de oferta en la CAM y otras entidades. Los descuentos han llegado a ser del 60%. Estas entidades se tuvieron que quedar con los bloques que habían financiado al constructor y que este no consiguió poner a la venta.
Las 13.500 viviendas previstas en principio se han quedado en 5.096. Un informe del Tribunal de Cuentas ha puesto en evidencia las irregularidades del proyecto en el ayuntamiento de la localidad, entre ellas que los arquitectos que trabajaban para el consistorio “incumplieron el régimen de incompatibilidades profesionales”, además del “deber de abstención previsto en la normativa”.
Pero eso no es nada. Caja Castilla La Mancha (CCM) fue la primera entidad financiera intervenida en esta crisis. Su filial inmobiliaria había comprado suelo para construir nueve proyectos como el de Seseña. En su poder estaba la impresionante cifra de 19 millones de metros cuadrados de suelo, según destapó esta revista. Poco antes de la caída de la entidad, esta quiso vender su inmobiliaria por 600 millones, con una valoración que, aunque inflada, era ya muy inferior al precio al que estuvo comprando suelo con la alegría que le daba la financiación de la caja y la seguridad de que sus resortes de poder sacarían adelante los planes urbanísticos correspondientes. Lo peor es que los proyectos de estas promociones no estaban aprobados. Algún experto señala que el Banco de España debería haber impedido que se financiara la compra de estos suelos a un precio tan alto cuando aún no estaban recalificados.

Lo que pasó en CCM es un modelo de lo ocurrido en tantas otras entidades financieras. Pasaron de financiar promociones a convertirse en promotores. Así, no solo se llevaban el margen del negocio bancario, sino que se hacían con los grandes beneficios de ser promotores, que alcanzaban cifras que difícilmente iban a conseguir en su actividad bancaria.
Seseña no es el único caso de ladrillo abandonado. Valdeluz, un proyecto de desarrollo urbanístico en Guadalajara, ha sido uno de los ejemplos, e incluso ha saltado a la prensa internacional como escaparate para explicar el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España. Era de Reyal Urbis. Hoy venden pisos allí desde Altamira, la filial del Santander, a Bankia. También se quedaron con activos de esta urbanización Barclays o el BBVA. Estaba proyectada para 34.000 habitantes. Hoy solo viven 2.500. Con una estación de AVE desierta y colocada en la nueva ciudad, mientras Guadalajara, a pocos kilómetros, se queda sin parada del tren de alta velocidad Madrid-Barcelona, Valdeluz no ha conseguido crecer lo que estaba planeado. Era casi imposible. Antes del fin de la prosperidad económica y la llegada de la crisis los informes de los expertos en el mercado inmobiliario ya señalaban que no había demanda para tanto piso, que ya no había a quién venderlos. El espejismo de la multiplicación infinita de desarrollos urbanísticos con el abono de hipotecas baratas y una llegada de inversores extranjeros gracias a la integración en el euro se esfumó.
A veces, el estallido de la burbuja inmobiliaria se mezcló con casos de corrupción. Uno de los más grandes, el caso Malaya, que se llevó por delante el ayuntamiento de Marbella, implicó a la promotora Aifos. Hoy es un retrato auténtico del ladrillo abandonado. Una de sus promociones en la provincia Cádiz ha quedado a medio hacer, mientras los que compraron los pisos ven cómo se arrancan puertas, ventanas o sanitarios...
En Castilla-La Mancha el ladrillo abandonado se puede ver en unos minutos a través de las ventanillas del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla. En pocos kilómetros se puede observar una pasarela abandonada que debía conectar el aeropuerto de Ciudad Real con la línea de alta velocidad. El aeropuerto cerró y es hoy un monumento a otros tiempos. Unos kilómetros antes se encuentra El reino de Don Quijote. Lo que iba a ser un gran proyecto de golf, en el que tenía intereses la CCM, se ha quedado en nada. Tras pasar por el aeropuerto, los viajeros del AVE pueden ver a su derecha, en mitad del campo, los chalés unifamiliares pintados y casi terminados, pero sin puertas ni ventanas, de otra urbanización con campos de golf estancada en Villamayor de Calatrava, que preveía la construcción de 500 villas. Un proyecto de una promotora en la que participa uno de los Banús, un apellido asociado con otro boom inmobiliario, el de los años sesenta y setenta: Puerto Banús y los grandes barrios de Madrid.
En el campo de las administraciones públicas se alzan grandes proyectos sin uso, infrautilizados o paralizados. La Ciudad de la Justicia de la Comunidad de Madrid, que iba a centralizar los diferentes juzgados en impresionantes edificios, se encuentra estancada en las primeras construcciones. Los edificios listos y vacíos se encuentran en una zona aún sin accesos. Para la revista Time, el Centro Niemeyer de Avilés es también ejemplo de despilfarro, por tener su actividad prácticamente paralizada al poco de inaugurarse. A Time se une The New York Times, que en un reciente reportaje repasa el pinchazo inmobiliario con otro macroproyecto que no tiene que ver con la vivienda: los estudios de cine Ciudad de la Luz, en Alicante, hoy prácticamente sin uso y donde la Generalitat valenciana invirtió 265 millones de euros. El Centro de Creación de las Artes de Alcorcón costó 150 millones de euros y hoy el ayuntamiento no tiene fondos para poner en marcha sus actividades. En Boadilla, la Ciudad del Deporte, uno de los proyectos salpicados por el caso Gürtel, se ha quedado a medio hacer después de haber gastado casi 17 millones de euros. Y eso sin hablar del aeropuerto de Castellón, sobre el que han corrido ríos de tinta.

Hace cinco años, cuando comenzaba a desinflarse la burbuja inmobiliaria, esta revista desveló que quince grandes empresarios acaparaban 165 millones de metros cuadrados de suelo... Era un sueño imposible. Pero hasta entonces se podía hacer dinero, y mucho. Según las últimas cuentas de la constructora de el Pocero antes de caer, con unos recursos propios de 97 millones de euros consiguió 88 millones de euros de beneficio. La rentabilidad era del 90%. Ninguna inversión podía igualar al ladrillo.
Hoy los bancos se han comido buena parte del ladrillo que financiaron. Según el Banco de España, la morosidad de los promotores inmobiliarios es el 58% del total de la morosidad empresarial, y eso que los promotores solo representan uno de cada tres créditos.
Uno de los más grandes propietarios entonces era Jesús Ger, el dueño de Marina D’Or, que tenía otro proyecto en marcha, Mundo Ilusión, sobre una superficie de 19 millones de metros cuadrados. Eso era antes. Ahora ofrece su suelo para atraerse la inversión de Eurovegas, el macroproyecto de casinos del magnate norteamericano Sheldon Adelson que se rifan Madrid y Barcelona. Polaris (Murcia) era también entonces uno de los grandes proyectos urbanísticos de España. Su dueño, Pedro García Meroño, llegó a manejar 40 millones de metros cuadrados de suelo. Hoy está quebrado. La CAM (hoy integrada en el Sabadell y en proceso de disolución), Bancaja, Banco de Valencia y Banco Popular prestaron 1.170 millones de euros al proyecto, lo que dejó en manos de estas entidades su suelo y sus viviendas. La Audiencia Nacional también investiga los presuntos delitos cometidos en la CAM antes de su intervención por el Banco de España el verano del año pasado.
El consejero delegado del Banco de Valencia lo explicaba recientemente en el diario Levante: Polaris era una máquina de hacer dinero hasta que vino la crisis. Se dirigía al mercado inglés. En las últimas promociones puestas a la venta, un 40% de los compradores no se presentó a la firma de la escritura. Preferían perder el dinero que dieron a cuenta, el 20% del precio de las viviendas.

El crédito a las empresas del sector inmobiliario (no a particulares, sino a empresas), según el Banco de España, supera los 300.000 millones de euros, una cantidad que equivale a la mitad de la deuda del Estado. En el caso de una entidad como la CAM, el 61% de ese crédito era moroso. La CAM es una de las entidades que se tuvo que quedar con los pisos del macroproyecto urbanístico de el Pocero en Seseña, que hoy vende a precios mucho más bajos que cuando se construyeron y financiaron al constructor. La CAM era también la dueña de Hansa, una empresa que promueve un macroproyecto en Murcia llamado Novo Carthago, de más de cinco millones de metros cuadrados, en el Mar Menor. De nuevo, un entidad se arriesgaba a financiar antes de que el proyecto estuviera aprobado urbanísticamente. La CAM concedió un crédito de 96 millones de euros para este, según una carta enviada al Banco de España por los ecologistas. Hoy el proyecto se encuentra paralizado. Aunque la participación de la CAM en Hansa se quedó finalmente en el 30%, sus riesgos crediticios con esta inmobiliaria en apuros se han traducido en que la caja se quede con enormes proyectos en México (Cancún y Baja California) de Hansa, sobre los que también pesan grandes incertidumbres. El segundo de ellos, enorme, con una extensión de 35 millones de metros cuadrados, acaba de ser anulado por las autoridades mejicanas a finales de junio. Hoy el problema es de Banco Sabadell, que se quedó con la CAM.
Los principales proyectos inmobiliarios citados en este reportaje suman 136 millones de metros cuadrados de suelo. El Banco de España calcula que las entidades financieras tienen suelo por un valor de 30.000 millones de euros, del que han tenido que provisionar unos 10.000 millones.
El abandono de algunas pequeñas promociones a medio terminar ha dejado en muy mala situación a sus compradores, que asisten impotentes al saqueo de los materiales de lo que iba a ser su casa, a veces por los propios proveedores de la constructora, también atrapados en estas quiebras. Ha pasado desde Jerez al pueblo D’Anglès, en Gerona, pasando por Málaga, donde se nota especialmente el parón en la construcción. En Alba de Tormes (Salamanca) el enorme proyecto urbanístico Alba Marina solo tiene construidas las calles de lo que tenía que llevar 130 chalets de lujo. Otro lugar donde se divisan promociones con la venta atascada es A Merca, Orense, con 126 viviendas de lo que se iba a llamar Val do Seixo y que el promotor confiaba vender por su cercanía a la capital. En Cala Romántica (Porto Cristo), en Mallorca, más de cien viviendas se encuentran sin entregar, las financiaba la CAM a la promotora, que entró en concurso de acreedores.
Los bancos y cajas ofrecen viviendas o chalés a precios impensables en 2007, justo antes de la crisis. Ibercaja ofrece, por ejemplo, pisos nuevos en el nuevo desarrollo urbanístico de Vallecas, en Madrid, a un precio de 142.000 euros. En Almería vende apartamentos a estrenar desde 85.000 euros. También en Vallecas, Bankia vende apartamentos a 174.000 euros. Así están todos. Grandes inmobiliarias como Realia se apuntan a la última iniciativa de la mayoría: “Tú pones el precio” o “Haznos una oferta”. Algo impensable en los años del boom inmobiliario. Otras ofrecen devolver la diferencia con el precio de venta si el valor de la vivienda baja tras la compra sobre plano. BBVA vende viviendas nuevas en Huelva por 65.000 euros a través de su filial Anida, que ha sufrido pérdidas de 542 y 366 millones de euros en 2009 y 2010, respectivamente. Catalunya Caixa oferta 3.000 pisos con un descuento de hasta el 70%. La CAM vende viviendas en el proyecto del Pocero en Seseña desde 79.000 euros y cuotas mensuales de la hipoteca de 293 euros. Los expertos dicen que el precio de la vivienda, que ha bajado un 30% desde el comienzo de la crisis, llegará a estar un 50% más barata que en esas fechas. Entre otras cosas porque la Unión Europea obligará a los bancos a deshacerse de todo su ladrillo. Habrá más viviendas a la venta. Solo se venderán si se convierten en gangas.
España es ahora una ganga. Quizá lo aproveche alguno, como el magnate estadounidense Donald Trump, que hace poco declaró que “España es un lugar asombroso; es un gran país que tiene fiebre y es el momento de aprovecharse de ello”. Otro que se puede aprovechar de la situación es Sheldon Adelson, que se interesó por los terrenos del Distrito Norte de Alcorcón para su proyecto de megacasinos. Precisamente en ese desarrollo urbanístico tenía la antigua Metrovacesa suelo por valor de 85 millones de euros que ha tenido que asumir BBVA a través de la filial inmobiliaria Anida, citada antes.