miércoles, 9 de enero de 2013

La preocupación por su partido mueve a las viejas glorias socialistas

Intervención del expresidente del Gobierno, Felipe González, durante el acto de homenaje que le rindió el PSOE el pasado 2 de diciembre con motivo de los 30 años de su llegada al poder.Felipe González reúne a su vieja guardia para hablar del rumbo del PSOE y elaborar un manifiesto interno


 

Madrid.- "España no tiene proyecto de país", decía este lunes el ex presidente del Gobierno Felipe Gonzalez, durante un debate que tenía lugar en Lisboa. Y precisamente para eso, para lograr un proyecto de país que esté liderado por su partido, el ex jefe del Ejecutivo parece estar moviendo hilos con ayuda de algunos de sus más estrechos colaboradores durante sus años en la Moncloa y al frente de la dirección del PSOE.
Y según apuntan esas mismas fuentes, el objetivo de la reunión, que se celebró el día 3 de diciembre -un día después del homenaje que rindieron los socialistas a González, coincidiendo con el 30 aniversario de su llegada al poder- no fue otro que hablar sobre el futuro del PSOE. Lo cierto es que ninguno de los asistentes a la cena tiene ya ningún poder orgánico dentro del partido, y todos ellos han perdido la influencia con la que contaban en su día en las familias felipista y guerrista que hoy parecen difuminadas.
Los fundamentos de esos primeros movimientos se detallaron en una cena que tuvo lugar a principios de diciembre en un conocido restaurante situado en la Casa de Campo madrileña -el Currito-, según explican a Público fuentes conocedoras del encuentro. Afirman que a la cita, convocada por el ex ministro José Luis Corcuera, acudieron además de González el ex ministro y ex secretario general de la OTAN, Javier Solana, el ex presidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, o el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, entre otras figuras socialistas. Pero las personas consultadas, ligadas al partido, explican que del encuentro salió la idea de elaborar un manifiesto interno que en ningún caso tiene el objetivo de promover la salida de Alfredo Pérez Rubalcaba de la Secretaría General de los socialistas, sino que persigue aportar ideas para el futuro del partido. Siempre según las mismas fuentes, los encargados de redactar ese texto serían Rodríguez Ibarra, el ex diputado Francisco Fernández Marugán y el ex secretario general de la Seguridad Social, Adolfo Jiménez.Consultado por este diario, Marugán, hoy adjunto a la Defensora del Pueblo, ha negado cualquier vinculación con ninguna iniciativa orgánica. Por su cargo actual, el exdiputado tuvo que abandonar las filas del PSOE, por lo que formalmente no es militante del partido. Y aunque reconoce que escribe textos sobre economía que comparte con sus excompañeros, insiste en que "de la vida orgánica" él no escribe "nada".
Más escueto, el expresidente de Extremadura ha evitado confirmar en conversación telefónica si ha participado o no en esta iniciativa. "Yo si ceno con Felipe González comprenderá que no lo cuente por ahí", ha zanjado Ibarra.
 Precisamente el martes se anunció que el PSOE parece haber asumido que cualquier intento por recuperar su electorado, alejado como nunca de esas siglas, debe pasar por abrir el partido a la ciudadanía.
Aunque apenas ha concretado su determinación, el secretario de Organización de los socialistas, Óscar López, ha anunciado este martes que esa apertura comenzará a materializarse durante el proceso de renovación programática -que no de sus dirigentes- que se pondrá en marcha este mismo sábado con la celebración del Comité Federal.
Se iniciará entonces "el mayor proceso de debate y renovación programática que haya hecho nunca un partido en este país", y "el más participativo", ha dicho, porque contará "con cientos de miles de militantes y de simpatizantes del PSOE, pero también con todos aquellos ciudadanos que quieran participar en ese proceso de redefinición", que culminará en el mes de octubre con una "gran Conferencia Política".
Preguntado sobre cómo podrá encauzarse esa participación ciudadana, López no ha dado muchos más detalles. Se ha limitado a señalar que ya existe un "diálogo permanente" a través de la red entre políticos y representados. Sí ha anunciado que en las sucesivas conferencias programáticas que se celebrarán en los próximos meses "participarán cientos de personas de la sociedad civil", y podrán actuar "con voz y voto". Pero para conocer más detalles, habrá que esperar a que el Comité Federal del sábado apruebe el funcionamiento de los distintos cónclaves.

Ni hablar, tampoco, de cualquier cambio en la cúpula del partido que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba, y ni siquiera del proceso de primarias para dar con el próximo candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Porque la que comienza esta semana es única y exclusivamente una renovación "programática". A lo largo del año se celebrarán cinco convenciones (en febrero, marzo, abril, mayo y junio), que hablarán sobre Europa; crecimiento económico y modelo productivo; fiscalidad; reformas democráticas e institucionales y sobre el estado de bienestar, especialmente Sanidad y Educación.
Todo ello concluirá con una gran Conferencia Política "que recogerá todas las conclusiones, todas las propuestas que se hayan desarrollado a lo largo de estos 8 meses en ese gran proceso de redefinición", ha dicho López. Y entre medias, entre los meses de junio y julio, el PSOE abordará uno de los asuntos más delicados por la variedad de opiniones que existen en el seno del partido: el modelo de Estado. En un Consejo Territorial que se celebrará en esas fechas, los socialistas debatirán tendrán encima de la mesa la difícil tarea de hacer coincidir a quienes defienden el derecho a decidir de los diferentes pueblos españoles, con los que abogan por mantener el actual Estado autonómico.
En la primera comparecencia pública de los socialistas tras el periodo navideño, López ha explicado tras la reunión de la Ejecutiva del PSOE, cuál será la acción política de su formación a corto plazo. El primer objetivo será volver a salvar los 400 euros del plan Prepara porque "es justo para aquellos que peor lo están pasando, los que no tienen ya ningún ingreso".
Además, López ha anunciado que los socialistas presentarán en breve "un grupo de juristas especializados para denunciar todos aquellos pasos que se den para privatizar la sanidad pública en España". Un tercer eje de actuación del PSOE para los próximos meses será la oposición frontal a la reforma educativa del Gobierno, la llamada Ley Wert, ya que es una norma que "supone un retroceso en la calidad de la educación en nuestro país y atenta contra la igualdad de oportunidades".

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